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Singular visita de una embajada cultural encabezada por Any y sus Ballenatos.
Ofrecieron “La otra poesía”.
Calida presencia respondiendo a la invitación de Mercedes Resch y Fernando García Delgado.
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Siempre hemos dicho que La Tranca, en la localidad de Cura Malal, es un proyecto artístico cultural abierto y participativo para desplegar actividades en el maravilloso espacio rural que nos propone la localidad, con sus casi 100 habitantes, generando y contemplando el paisaje y en relación con la naturaleza surgen nuevas experiencias que realmente estimulan la sensibilidad creadora.
Cada fin de semana son diversas las manifestaciones culturales que se despliegan en la antigua casona, convertida hoy en un centro cultural; pequeña, calida, donde en cada rincón uno encuentra el fruto de la pasión que sus dos inspiradores le han puesto.
El proyecto cuenta con el trabajo personal de Fernando García Delgado y Mercedes Resch y se advierte en cada movimiento una cuota inmensa de entrega, donde sobresale básicamente la inclinación a la creación y a los amigos.
Any Escobar es la primera voz del grupo que llegó durante el último fin de semana a compartir una noche plena de poemas, que realmente se extendieron hacia el alma del auditorio que los escuchó en esta oportunidad.
Poemas aborígenes, fonemas rabiosos, viola de mística, zamba coro y figuras, charanga, poemas e inmensidad de silencios conformaron la interesante propuesta.
Previamente visitaron la Radio, donde pudimos entrevistar a Any Escobar, Roberto Cignoni, Gustavo Cazenave, la brasilera Tatiane Rodrigues Abreu y Ricardo Rojas Ayrala, quien maneja el humor, la sensibilidad, la ironía, en un ir y venir constante, con quien mostró todo el ritmo carioca.
Cada uno dejó un aporte especial y hasta una artista plástica fue de la partida en esta cordial visita que La Tranca en Cura Malal recibió el último fin de semana y que permitió en toda su magnitud una interrelación poco frecuente en manifestaciones de estas características, por lo menos para la ciudad de Coronel Suárez.
Los visitantes agradecieron la cordialidad, destacaron la recepción, elogiaron el hecho de tener en pleno funcionamiento un espacio cultural tan significativo en una localidad rural que encierra todo su encanto y especial sensibilidad.
Gustavo Cazenave agradeció que todavía en Coronel Suárez las plazas públicas valoren la hermosa presencia de las hojas que caen en el comienzo del otoño.
Como siempre Fernando y Mercedes resultaron excelentes anfitriones, donde los amigos evidentemente responden y son de la partida en este desafío de detenernos un instante para experimentar las sensaciones del pensamiento en paz junto a la creatividad.