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Sencilla expresión de total pertenencia a un establecimiento nacido para educar evangelizando.
Quedaron enterrados mensajes, dibujos y buenos augurios para abrir dentro de 25 años.
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Para esta conmemoración primeramente se ofició misa de acción de gracias en la Parroquia de la localidad, a cargo del Padre Antonio Vedellini.
Y luego los padres, alumnos de todos los niveles que se habían reunido para la ocasión, docentes, ex directivos y representantes de instituciones de Santa María se reunieron en uno de los patios de la centenaria escuela para llevar a cabo un acto sencillo pero muy emotivo.
Quedó enterrada, y especialmente protegida, una urna conteniendo los mensajes, dibujos y buenos deseos de los niños y adultos que vivieron este centenario, con el objetivo de abrirla dentro de 25 años.
Hay que tomar en cuenta que probablemente algunas de las personas que dejaron su mensaje ya no estarán para entonces, pero si estarán sus hijos y nietos concurriendo a este establecimiento.
Mientras que los niños y adolescentes estarán concurriendo a esta escuela, probablemente como padres, abuelos, tal vez algunos de ellos profesores, maestros y directivos de la institución o participando en la Unión Padres de Familia.
Así se cerraron los festejos del centenario de la Escuela Parroquial Santa María, que insumió todo el año pasado, implicó una serie de actos dentro de la escuela y hacia la comunidad, para marcar un hecho tan significativo para una institución educativa con inspiración religiosa.
Fue la Directora suplente, Marta Holzmann de Krieger, quien brindó un breve discurso antes de que los alumnos comenzaran a depositar sus mensajes en la urna.
Previamente, junto a la Directora del Nivel Secundario, Julia Salotti, habló de lo que significa esta forma de cerrar los festejos del centenario de la Escuela Parroquial Santa María.