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¿Qué les pasa a los jóvenes?
O en realidad la pregunta debiera ser ¿que nos está pasando como sociedad que hay tanta violencia dando vuelta?
“Para que los chicos demuestren estos signos de violencia lo que ha cambiado somos nosotros, la sociedad, que no está presente, está ausente”.
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La Nueva Radio Suárez consultó con la primera de las preguntas a la profesional, bajo la inquietud que causan los permanentes destrozos que hay en cada fiesta de 15 años, las situaciones de violencia que están relacionadas con la nocturnidad y también por la agresividad que se percibe en las escuelas.
Pero luego de escuchar todo lo que tenía para decir, en rigor de honestidad, la pregunta correcta debiera ser la segunda planteada: ¿Qué nos está pasando como sociedad?
Silvia Menéndez trajo a colación una circunstancia y explicó que “cuando sucedió el accidente en cuatriciclo de un adolescente yo estaba fuera del país y me comuniqué con mi hija que estaba muy angustiada por este hecho, como mucha gente en la ciudad”.
“Y me describió que afuera del Hospital había muchos chicos, llorando, rezando. Le pregunté quien los acompañaba, si había algún adulto, y me contestó que estaban solo, los chicos solos. Esto es lo que nos está pasando como sociedad: hay ausencia de adultos, de padres, de responsables, de guías, de conductores”.
“Los que tenemos más años pertenecemos a una generación donde nuestros padres estaban: para decirnos no muchas veces más de lo conveniente, para ponernos límites, frustrarnos, marcarnos con su autoridad… pero estaban. Estas generaciones de ahora, que transitan la adolescencia y la juventud, provienen de una niñez que no la han vivido como tal, porque estuvo investida de situaciones de adultez, donde les pedimos muchas veces a nuestros propios hijos responsabilidades de adultos”.
La profesional agregó que “en la etapa de adolescencia y juventud, donde hay tantas dudas, temores, cosas no resueltas, siguen estando solos. Y salen al mundo que tiene un montón de ofertas de consumo de todo tipo. No es justificativo el trabajo de los padres para dar explicación a una ausencia, porque el poco tiempo que muchas veces se pasa con los hijos es de mala calidad, donde no se le pregunta al chico como está, que le pasó en el día, que está sintiendo, para ver de verdad lo que necesita. La adolescencia y juventud es igual a la de siempre, con sus traumas, sus miedos, sus inseguridades, pero para que esté con estos signos de violencia lo que ha cambiado somos nosotros, la sociedad, que no está presente, está AUSENTE”.