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El fin de semana se desarrollo el partido organizado por la Fundación Rugby Sin Fronteras, en la Cordillera de Los Andes con el objetivo de rendirle un homenaje a los rugbiers uruguayos fallecidos en la recordada tragedia aérea. Allí estuvo el ex jugador de Los Cardos y actual titular de la fundación, Juan Bautista Segons y así lo reflejo el matutino Clarín en su edición de ayer.
Participaron de Coronel Suárez Juan Bautista, Wenceslao Segonds, Luciano Rebolini, Diego Bedouret y Rodolfo Serigós y de Coronel Pringles Ricardo Villar.
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Una experiencia única y emotiva, compartida hasta las lágrimas, imposible de olvidar. Un tributo, fortísimo y profundo, dedicado a la memoria de quienes quedaron ahí. El sentido respeto hacia los sobrevivientes, los que compartieron aquel legado de lealtad, coraje y fortaleza anímica y espiritual, más allá de todo límite, para sobreponerse a tamaña tragedia.
El primer partido de rugby en la Cordillera y a 3200 metros de altura se jugó el sábado 26 de febrero como homenaje a los sobrevivientes y a las víctimas de la tragedia de los Andes, el accidente de aviación que sufrió el 13 de octubre de 1972 un grupo de rugbiers uruguayos pertenecientes al club Old Christian's de Montevideo. El evento lo organizó la Fundación Rugby Sin Fronteras con la participación de Gustavo Zerbino Stajano, médico de 58 años, uno de los 16 sobrevivientes y actual presidente de la Unión de Rugby del Uruguay, quien estuvo acompañado por tres de sus hijos, Gustavo, Martín y Luna.
"Vinimos a rendir un sentido homenaje a quienes nos legaron su ejemplo de solidaridad y trabajo en equipo y sobre todo amor a la vida con un inquebrantable espíritu de lucha", comentó Juan Bautista Segonds, el presidente de la Fundación Rugby Sin Fronteras en su arenga a los dos equipos que jugaron un partido en una cancha con palos de rugby bien delimitada, aun en un terreno irregular y disputado con ganas y pasión.
La delegación, que incluyó a ex rugbiers argentinos y uruguayos, partió el viernes a caballo desde Las Termas de El Sosneado y tras atravesar la cuenca alta del río Atuel acampó a 3200 metros de altura en el paraje de Piedras Grandes. En la mañana del sábado, se disputó el partido en una cancha preparada especialmente (los postes se levantaron con caños de PVC) muy cerca del lugar en donde quedó parte del fuselaje del avión Fairchild bimotor FH-227 de la Fuerza Aérea Uruguaya.
Guíados en la alta montaña por Juan Ulloa, un reconocido andinista de Malargue, la travesía continuó hasta las faldas del Glaciar Valle de Las Lágrimas, a unos 3700 metros sobre el nivel del mar, donde se encuentran los otros restos del avión y la cruz que corona el altar levantado como homenaje. Allí se depositó la pelota del partido y una placa recordativa de la Fundación Rugby Sin Fronteras, mientras que el padre Cristian Cabrini (ex octavo de SIC y Pueyrredón, de 42 años, y capellán del Movimiento Cristiano para Gente de Rugby, que en diciembre de 2009 celebró la misa en homenaje a los 649 combatientes fallecidos que yacen en el Cementerio de Darwin, en las Islas Malvinas) ofició un responso en memoria a las víctimas.
Por su parte, ante el conmovido aplauso de todos los presentes, Gustavo Zerbino dejó en el altar el "Premio al Espíritu del Rugby" que junto a su compañero Roberto Canessa había recibido en Londres de la International Rugby Board en 2002, al conmemorarse los 30 años del trágico accidente. Emocionado y al borde de las lágrimas, Zerbino definió así el trascendental momento: "Les trajimos a la montaña el partido que juntos no pudimos jugar".
"Es inimaginable pensar lo que ellos debieron pasar y en qué circunstancias pudieron sobrevivir. Vivir la experiencia en el lugar donde fue el accidente es algo muy fuerte y difícil de transmitir, pero el entusiasmo y las ganas superaron todo. Este es el mejor tributo en agradecimiento al legado que nos dejaron", destacó Juan Bautista Segonds. El ex segunda línea de Coronel Suárez y Pueyrredón, quien en la misma jornada del ascenso cumplió 42 años, proyectó la realización de este emblemático e histórico partido hace cinco años, cuando entabló el primer contacto con Zerbino, mientras preparaba el bosquejo del libro "Código Rugby", en el que refiere los códigos no escritos del deporte, más allá de sus reglas.
Junto a Juan Bautista Segonds, compartieron la experiencia su hermano Wenceslao, ex tercera línea de Pueyrredón y Los Cardos de Tandil, y Hernán Rouco Oliva, el ex entrenador de Champagnat y el seleccionado Seven de Los Pumas, y actual representante del rugby argentino ante la International Rugby Board, a quien lo acompañó su hijo Marcos, de 22 años, y medio scrum de Champagnat. También estuvieron otros ex jugadores como Hernán Gabriel Rojas (ex ala de SIC), Fernando Octavio Vela (ex segunda línea de Carpinchos de Gualeguaychú), Ricardo Daniel Sorrón (ex ala de San Ignacio), Gerardo Martín Carro (ex pilar de Belgrano Day School), Sergio Calderón (ex wing de Liceo de Mendoza), Diego Bedouret (ex pilar de Coronel Suárez Rugby), Darío Saucedo (ex fullback de Orcas Rugby de Ushuaia) y Gerardo Merello (ex apertura de Pueyrredón), también estuvieron presente de Coronel Suárez Luciano Rebolini y Rodolfo Serigós mientras que el pringlense Ricardo Villar también se sumó a esta experiencia, los 3 nuevos integrantes de la fundación Rugby Sin Fronteras..