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Se espera un acto sencillo pero calido y emotivo.
Ese día se pone en marcha el nivel secundario.
Recogimos los mejores recuerdos de compañeros de trabajo.
Norma Montes, Liliana López, Cristina Otamendi y Susana Dalmau.
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La Unidad Académica Dr. Julio César Lovecchio se prepara para la despedida de quien fue durante varios años la Directora institucional de este establecimiento educativo que tiene todos los niveles, desde el inicial hasta el superior.
Con un estilo bien diferente de quienes la precedieron en el cargo, Célica Salamero supo dejar su huella con su equilibrio permanente, tranquilidad frente a las crisis y voluntad para contemporizar frente a las divergencias de opiniones a la hora de resolver un problema.
La Nueva Radio Suárez hizo una breve recorrida por algunas de las personas con las que trabajó a lo largo de sus más de 40 años de función docente y aquí están sus opiniones.
Norma Montes destacó sobre todo su equilibrio permanente, respeto y educación con los que se manejó siempre y recordó que “cuando el Dr. Lovecchio abrió las puertas del nuevo colegio, la definitiva sede del Colegio Nacional, me acuerdo que le manifesté que era muy grande, iba a ser difícil de llenar de alumnos. Pero evidentemente, con la proyección de un visionario, el Dr. Lovecchio me contestó que seguramente él no lo iba a ver, pero que con los años el edificio nos iba a quedar chico. Con Célica asistimos a esta etapa de crecimiento pleno, permanente, y de ver que ahora las aulas no alcanzan para la demanda continua de las familias por encontrar un lugar”.
Liliana López, por su parte, habló de Célica como profesora y también como Directora institucional. “Tuve la suerte de ser su alumna y a mí no me gustaban mucho las matemáticas; pero con Célica no había justificativo para no aprender, porque daba una explicación clara, precisa, entendible para todos y con una rigurosidad científica de quien mucho sabe y le apasiona la materia que da. Como Directora hemos logrado con los años un buen complemento”.
“Esta es nuestra segunda o nuestra primera casa y no hay días de descanso; era común que si había algún tema que la preocupara recibiera su llamado un sábado o un domingo, para acordar la manera de resolverlo”.
Cristina Otamendi, quien cubrirá el cargo que deja vacante Célica Salamero, hasta que salga a concurso, expresó que “trabajé 6 años a su lado y la verdad es que me permitió un aprendizaje fundamental. Su característica más marcada es el diálogo permanente, el respeto y la tranquilidad con la siempre se manejó”.
Por su parte, Susana Dalmau, Secretaria del nivel medio y la persona que en los días más complejos lograba arrancarle una sonrisa, es la que se encuentra con mayor nostalgia por los días que vendrán: “aprendimos a trabajar de un modo, con las directivas que en su momento impuso el Dr. Lovecchio, de manera que cuesta acostumbrarse a la idea que las cosas van cambiando con el tiempo y esto va a suceder, indefectiblemente, a medida que vayan dejando la actividad las personas que se hicieron al lado de quien fue el fundador de esta escuela. Célica pertenece a esa generación y, sin duda, la vamos a extrañar mucho quienes todos los días trabajamos a su lado”.