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Esta es la invitación que realiza el cura párroco de Pueblo Santa María, el padre Antonio Vedellini y su grupo de colaboradores, en la gruta que está al ingreso de este pueblo alemán, donde como todos los años a esta altura, se programa la tradicional procesión para agradecer a Dios por las bendiciones recibidas y por los frutos obtenidos de la tierra.
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La gruta se gestó luego de una gran sequía, hace 46 años atrás, cuando los productores alemanes entendieron que la lluvia era la respuesta a sus plegarias a la Virgen.
Aquel 21 de febrero de 1965, con la construcción de la gruta, quedó establecida esta fecha o sus cercanías como el momento propicio para agradecer la bendición de Dios.
Y como es tradicional en esta localidad, donde la fe cristiana es símbolo de los Pueblos Alemanes, este 20 de febrero, volverá a organizarse la procesión, partiendo desde el templo parroquial de Santa María, con la imagen de la Virgen de Fátima a las 18 horas. A las 19 horas se oficiará en el acceso a la localidad la santa misa.
Este año se vivirá un acontecimiento especial, ya que le será colocada a la imagen de la Virgen, una nueva corona, traída directamente desde Fátima, Portugal, por una familia de Olavarría, y que decidió entregarla para la imagen que está en Pueblo Santa María.