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Una fiesta en familia, con amigos, muchos vecinos, revivieron los momentos inolvidables del casamiento.
La familia Suppes tiene motivos más que valederos para celebrar la vida.
Fotografías de Juan Schtre.
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Como hace 25 años atrás, en una inolvidable fiesta de casamiento en el establecimiento “La Dalila” de Álvarez, la familia volvió a reunirse, pero ahora en su propio hogar, con hijos, ya grandes y felices seguramente por el hermoso núcleo que han sabido consagrar y agradecer a Dios por todos los beneficios logrados con mucho esfuerzo, fe y trabajo.
“Popy” volvió a lucir el mismo vestido con que contrajo matrimonio por civil hace 25 años atrás, conservando como siempre su hermosa sonrisa, mientras que “El ruso” sigue igual, elegante, divertido, laburador a full y feliz, porque juntos emprendieron un camino que los encuentra en este periodo de sus vidas con una familia sólida y que permanentemente les demanda grande satisfacciones.
El momento fue propicio para revivir gratos recuerdos del ayer que marcaron bien a fuego cada acontecimiento que los unió para siempre.
Había que celebrar la vida y, para ello, los invitados eran sus familiares íntimos, amigos y los vecinos de la calle Rivadavia, que trajeron también las mejores muestras de felicitaciones por estos 25 años de la familia Suppes.