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Comisario Fernández.
“Tenían antecedentes de peleas y agresiones”.
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Lo confirmó quien es el Jefe de la Policía Comunal de Coronel Suárez, el Comisario Rubén Fernández. “Las cuatro personas fallecidas tenían antecedentes por peleas, agresiones, disturbios. Incluso en una oportunidad entre López y Montes se había registrado un agresión con arma blanca que motivó nuestra intervención y la asistencia de los agentes de salud de Coronel Suárez”, comentó.
El hecho de sangre, producto del cual se registraron 3 homicidios y un suicidio en la noche del sábado al domingo, no solo conmocionó a la ciudad de Coronel Suárez sino que a toda la región, ya que hubo consultas periodísticas de medios colegas a lo largo de toda la mañana del lunes. Además la noticia fue recogida por diferentes medios de prensa nacionales.
La Policía Científica de Bahía Blanca, con los peritajes realizados en el lugar de los hechos –unas casuchas de chapa ubicadas a la vera de las vías de lo que fuera el Ferrocarril Mitre, lugar administrado ahora por Ferro Expreso Pampeano- confirmó lo que había surgido de las primeras investigaciones locales.
Roberto Segundo Concha López (chileno, de 75 años de edad, instruido, albañil) había dado muerte a Horacio Dionisio Huertas (argentino, instruido, 57 años, desocupado, soltero), a Carlos Ezequiel Montes (argentino, instruido, desocupado, viudo, de 62 años) y a Eduardo Emilio Steinmetz (argentino, instruido, empleado, 50 años, soltero).
Explicó el Comisario Rubén Fernández que “por circunstancias que se ignoran, pero suponemos que a raíz de una discusión, López le aplicó 4 disparos de arma de fuego a Montes, 2 disparos a Huertas, cuyos cuerpos se encontraron en un tinglado trasero, lugar en el que, por la evidencia, habían estado tomando bebidas. En cuanto a Steinmetz, quien fue encontrado muerto con un disparo en un espacio que hay entre dos casillas de chapa, suponemos que descansaba -porque estaba en ropa interior- cuando, al salir del lugar en el que se encontraba, corrió el mismo destino que sus compañeros.
López, indicado como el agresor, se suicidó con el mismo arma, un revólver calibre 38 que se encontró en el lugar”.
Explicó que la Policía local fue alertada del hecho por una hermana de Huertas, “alrededor de las 6:30 horas de la mañana la mujer y su esposo regresaron a la vivienda que ocupan, también una casilla de chapa similar a las que habitaban los cuatro hombres fallecidos y a la que habían dejado –por seguridad- la noche anterior, cuando supusieron que podían registrarse disturbios, ya que los hombres estaban tomando desde temprano en la tarde”, detalló Fernández.