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En esa ocasión fue la localidad de Huanguelén quien se conmocionó porque un joven había esperado a quien fue su novia cuando ésta se encontraba haciendo una práctica de trote en una calle de esa localidad y, amparado en la soledad del lugar, le disparó un tiro en la cabeza. Metros más adelante él también se disparó un tiro, falleciendo después en el traslado hacia Bahía Blanca.
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La joven, que tenía 15 años, fue trasladada a Coronel Suárez y, en esa oportunidad, bajo una serie de engorrosos trámites que incluyeron permisos ante la Justicia, se pudo concretar el deseo de los padres de la donación de sus órganos.
El suceso trágico tuvo lugar el 9 de enero del año 1996 y la ablación múltiple de órganos se produjo el 10 de enero, un día después del hecho policial.
Para ello llegaron a la ciudad varios equipos médicos especialistas en la ablación de diferentes órganos, para extraer corazón, riñones. El operativo que debió llevarse adelante fue muy importante, para finalmente concretar con el transplante posterior. La cadena se inicia con la decisión de los familiares de donar los órganos de una persona que tiene un cuadro irreversible.
En otras dos ocasiones hubo intentos de operativos de ablación de órganos de personas que estaban con cuadros de gravedad definitiva, pero por diversos motivos no se pudieron concretar.
De manera que el que se concretó ayer en Coronel Suárez fue el segundo operativo de ablación que se llevó a cabo en la ciudad.