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En la ciudad cabecera “solamente” 80 milímetros el total, pero hubo establecimientos en la zona serrana que superaron los 300 milímetros de agua.
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Hacía rato que el Distrito de Coronel Suárez no vivía la circunstancia de tener que vigilar la crecida de los cursos de agua que pasan por la ciudad, como así también de controlar muy de cerca el comportamiento de los canales de desagües pluviales.
Es que la sequía de los años anteriores hicieron, prácticamente, borrar del recuerdo de todos las circunstancias que vivimos en los años 1985 y 1992, con las inundaciones.
En esos tiempos teníamos en cuenta que, a tantas horas de producida una fuerte lluvia en el sector de las Sierras de la Ventana, la crecida llegaría rauda a los arroyos del Distrito, especialmente al Sauce Corto, que cruza por un basto sector de campo llevando agua por todos sus cauces complementarios hacia el Vallimanca y las Lagunas Encadenadas.
En Coronel Suárez precipitaron alrededor de 80 milímetros. Pero arriba, en las sierras y en los campos que están al pie, cayeron 200 y en algunos sectores hasta 350 milímetros de agua en unos pocos días, por lo que solamente había que esperar la crecida que, implacablemente y desbordando todo a su paso, llegó entre la noche del jueves y madrugada del viernes.
No hubo afectación para la zona urbana. Algunas familias, que viven por ejemplo por la zona del Balneario de Santa María, estaban muy atentas al comportamiento de las aguas.
En la ciudad de Coronel Suárez los canales de Yungplut y San Lorenzo (que también vuelcan sus aguas en el Arroyo Sauce Corto) estuvieron cargados de agua, pero con capacidad para llevar todo el torrente.
Y para el anecdotario de lo ocurrido en estos días, queda lo vivido por “El Chileno” Sáez, vecino de Santa María, pescador aguerrido que resistió durante toda una noche subido a un árbol, al quedar rodeado por las aguas.