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Lo dijo Rubén Anastasi, quien está a cargo del Puesto de Control Sanitario de Bromatología instalado en la Avenida Casey, organismo que como todos los años tiene el control de las piletas públicas para que funcionen de acuerdo a lo que establece la ley.
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Explicó que al organismo le corresponde el control de la calidad de agua al momento de ponerse en marcha la temporada de verano en las piletas públicas, como así también que esté designada la cantidad de guardavidas para cada uno de los espejos de agua que hay en funcionamiento en la ciudad.
“Pero luego de esto no hacemos más controles, dado que muchas veces es la misma gente que usa esos espacios la que hace algún tipo de denuncia o manifiesta alguna preocupación sobre la calidad del agua, por lo que se generan nuevos controles directamente desde el Laboratorio de Bromatología”, explicó Rubén Anastasi.
También manifestó su preocupación porque varios edificios, que son salones de fiestas o lugares de diversión nocturna, no están cumpliendo con la reglamentación en vigencia “y producen ruidos molestos, ocupan espacios no permitidos para ello, con mesas en las veredas y en la calle por ejemplo, y otras problemáticas que hace que la gente nos llame a la madrugada manifestando su inquietud y su preocupación constante. Es por eso que voy a conversar sobre el particular con el Secretario de Gobierno y si es necesario con el Intendente, porque se han incrementado las quejas en este sentido”.