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Nació en un predio de la estancia Quiñigua, perteneciente a la familia Leloir, por eso lleva el nombre de una de sus promotoras, Hortensia Aguirre de Leloir.
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En esos tiempos, las estancias tenían muchos peones que con sus familias multiplicaban la presencia de niños en las escuelitas de campo.
Hoy en día, los campos vacíos de gente, con pocos peones rurales, muchas de las aulas están vacías. Pero allí donde quedan apenas niños estos lugares de educación continúan abiertos, como mojones históricos que resisten a la aglomeración de las ciudades y siguen con su labor de enseñanza personalizada a los pocos alumnos que concurren.
Esta es la realidad de la Escuela Nº 38 que este sábado habrá de celebrar los 50 años de su creación.
En diálogo con La Nueva Radio Suárez, la Directora y maestra del establecimiento, Graciela Güidale, nos cuenta que el establecimiento cuenta con apenas 2 alumnos, que gracias al esfuerzo de una maravillosa Cooperadora, formada por gente que incluso no tiene niños actualmente en la escuela pero que pertenece a la comunidad rural cercana, han podido tener el idioma inglés desde el año 2003 a la fecha, cuando ahora es la Dirección de Escuela quien por propuesta curricular se ocupará del pago de la profesora.
Por otra parte, cuentan con el aporte de docentes de música, educación física y plástica desde el Instituto Cultural de la Municipalidad, a través de las asistencias técnicas municipales; “y nuestros alumnos tienen un aprendizaje personalizado, porque como sucede siempre en las escuelas rurales al maestro no se le escapa una tarea sin hacer o un conocimiento no aprendido”, dice la Directora.
Este sábado a las 19 horas, la invitación para que concurran a esta celebración de las Bodas de Oro del establecimiento todos aquellos que alguna vez fueron alumnos, miembros de Comisión Cooperadora y también docentes y directores.
Será la oportunidad del reencuentro, de las emociones y de una vuelta a esta escuelita rural para rendirle su homenaje por los 50 años de labor educativa.