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Verde y rojo, Blanco y Negro.
Las tribunas, los festejos y el aliento de cada parcialidad.
Un partido que se vivió con más ansiedad.
Se jugaba el clásico y la clasificación.
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Lo ganó Deportivo Sarmiento, lo festejó por tres y abrochó una temporada que marca sobradas expectativas por lo que falta.
Horas previas al choque de los tradicionales adversarios, la expectativa se generaba en los comentarios, la llegada de los simpatizantes al Estadio del Sur que de a poco se fue poblando de banderas, cánticos, redoblantes e infinidad de camisetas con los colores de ambos equipos.
Como siempre y con el marco del “Rubén Segui” la fisonomía se fue modificando en las proximidades del rectángulo, ruidoso recibimiento, pirotécnica, papelitos, serpentinas y el humo con los colores de los protagonistas del cotejo que fue definido como el partido del año.
Deportivo Sarmiento y Blanco y Negro, volvieron a verse las caras, los animadores del partido y detrás del cerco olímpico, las hinchadas, el duelo de cada sector, tres modos distintos de festejar, uno de Lang y dos de Navarro, apellidos coreados y ovacionados por el público verdirrojo.
Termino el partido y los Sportivistas, dieron rienda suelta al festejo, en la cancha, en la salida y recorrieron la ciudad con autos que llevaban los colores de la institución de Mitre y Rivadavia.
Tres goles y las caras del partido.