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Imposible olvidar sus tortas, sus comidas, su amor por la cocina.
Grata despedida de la Escuela Nº 5.
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Ofelia es otra de las personas de la Escuela Nº 5 de Santa Trinidad que se jubiló hace unos días atrás, dejando la labor de la cocina después de 16 años de tarea.
En total fueron 18 años, ya que al principio estuvo un tiempo como portera del establecimiento.
Recuerda la vez que llovía, había pocos chicos en la escuela, la Directora Mary Francia le pidió que hiciera unos ricos buñuelos y ella se sacó el delantal y se lo puso a la Directora, desafiándola para que los elaborara la querida y recordada Mary Francia, demostrando a todos cuanto sabía cocinar.
Muchas veces Ofelia, además de hacer la comida de cada día, se ocupaba de hacer las tortas u otros productos para que la escuela vendiera en algún acontecimiento, como recurso económico, como aquella vez en que consiguieron la harina para hacer pizzas que se vendieron para hacer posible, después, el amoblamiento de los bajo mesadas de la cocina recién remodelada.
“La escuela es mi segunda casa, los chicos, las maestras y directoras son como parte de mi familia”, dice Ofelia, quien se disculpa porque el día de la despedida “me la pasé llorando, como me pasa ahora más de una tarde, cuando me acuerdo de mi trabajo y me da mucha tristeza haberlo dejado”.
Pero seguro que ni los niños ni las maestras se van a olvidar de esta siempre dispuesta cocinera de la Escuela Nº 5 de Santa Trinidad.