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Variedad, trabajo y capacitación.
Variedad y amor a la tierra y a las raíces.
PRO Huerta, organizado por el INTA y el Departamento de Acción Social de la Municipalidad.
Próximo objetivo, acentuar los procesos orgánicos en el tratamiento del suelo.
20 Años transformando la crisis de los 90 en una alternativa para toda la familia.
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En el Mercado Municipal de las Artes, se llevó a cabo el domingo, pasado la gran Fiesta de la Horticultura Familiar, lo que permitió que el publico pudiera apreciar durante toda la jornada la presencia de más de 20 stands pertenecientes a quienes trabajan la huerta familiar y con esta reunión publica mostraron sus productos y vendieron plantines de frutas, verduras y flores.
Una vez mas, y con el solo recorrido por el edificio de Brandsen y Lamadrid, se apreciaba el interés y la dedicación puesta de manifiesto en cada huerta familiar, donde productos de primera calidad provenientes de los cultivos orgánicos, eran una muestra elocuente del trabajo y la responsabilidad, no solo de los huerteros sino también de los promotores barriales que son los encargados de la entrega de la semilla y de compartir experiencias que beneficien al conjunto del PRO Huerta.
Las autoridades, presentes en la inauguración oficial de la muestra, destacaron el logro y perfeccionamiento que, en los últimos 20 años de manera ininterrumpida, la Fiesta de la Verdura se ha transformado en una rica experiencia como para tener en cuenta y que en nuestro medio representan 12 ediciones consecutivas.
El programa, que cuenta con el respaldo del INTA y la organización del departamento de Acción Social de la Municipalidad, ha recuperado la tradición del cultivo de frutas y verduras en los domicilios particulares, y este éxito probado en la Argentina se está exportando a otras latitudes de Latinoamérica, por lo cual, de aquí en adelante, se trabaja certificando los procesos orgánicos de tratamiento del suelo y control de plagas.
Caras conocidas de huerteros comprometidos con este plan, además de exponer su producción, vendían plantines, recomendaban la manera mas adecuada para que prosperen en las quintas y, ahora también, le incorporan valor agregado como por ejemplo conservas, flores disecadas y otras técnicas que derivan de la huerta.
Inclusive la Escuela Agropecuaria presentó su puesto con toda la producción surgida de las actividades practicas del establecimiento y, de la misma, manera hubo expositores de la zona y de nuestros barrios.
Desde la mañana temprano del domingo, el Mercado de las Artes se transformó en una gran fiesta de la horticultura familiar, donde simultáneamente se desarrollaron charlas técnicas sobre nutrición, frutas y verduras en la alimentación diaria y una capacitación sobre métodos para disecar plantas y flores.
Como siempre, el público interesado en esta labor concurrió durante todo el día y pudo disfrutar plenamente de esta Fiesta de la Verdura o la Horticultura Familiar, pero siempre valorando los esfuerzos personales y la continuidad tanto de quienes ejercen la huerta familiar como los promotores barriales, que despliegan un apoyo que resulta gravitante para el plan.
No faltaron las amas de casas, que con la tradicional bolsita de los mandados, aprovecharon la frescura de lechugas, acelgas y otras hortalizas que mostraban un aspecto fresquísimo y además un taller de repostería dependiente del Departamento de Acción Social ofrecía para la venta krepels, pastafrolas, prepizzas y otras variedades de masa casera.
Quienes recorrieron el mercado se encontraron también con la exposición de la quinta de Balbuena del barrio de Villa Belgrano, donde no solamente podían apreciarse las verduras tradicionales de la época, sino también el resultado de sus experiencias en la siembra de algodón y hasta tabaco.