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De mantenerse la pena de 40 años de reclusión y la reincidencia, el depravado tendría que cumplir prácticamente toda la condena, aunque, de atenuarse la sanción, podría salir en poco más de 23 años.
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Superados la satisfacción y el alivio que generó en el ámbito cercano a la víctima, y por qué no, en toda la sociedad, la ejemplar condena impuesta el martes a Mauro Emilio Schechtel (30), la primera pregunta, casi inevitable, es cuándo el depravado podrá ganar nuevamente las calles, aunque el interrogante aún carece de respuesta.
Sabido es que, por diferentes normas legales, los encausados cuentan con ciertos beneficios de atenuación de penas y que, en la mayoría de los casos, la sanción fijada no se cumple en su totalidad.
De todas maneras, en este caso puntual, de mantenerse firme la pena impuesta por el Tribunal en lo Criminal Nº 1, al sujeto que violó e intentó matar a una niña de 10 años, en Coronel Dorrego, luego de rociarla con combustible y prenderle fuego, Schechtel tendría que pasar virtualmente los 40 años en prisión y recién podría salir casi a los 70 de edad.
Es que el artículo 14 del Código Penal impide la libertad condicional para los reincidentes --condición que le atribuyó el tribunal--, aunque existen algunas alternativas a tener en cuenta, como la libertad asistida (seis meses antes del agotamiento de la pena) o las salidas transitorias (que se podrían otorgar a partir de la mitad de la sanción), siempre y cuando la justicia lo evalúe conveniente después de recibir múltiples informes criminológicos.
No obstante, la segura apelación del defensor oficial Germán Kiefl (hasta ayer no había anunciado la presentación del recurso, aunque se considera un hecho que lo hará) podría modificar el panorama.
Es que, en caso de que el Tribunal de Casación bonaerense o, eventualmente, otras instancias superiores, decidieran aceptar en algún punto el planteo del recurrente, el acusado podría egresar antes de la cárcel.
Por ejemplo, de imponerse la pena de 35 años de prisión que solicitó el propio fiscal Sebastián Foglia (quien, al igual que el juez Hugo Adrián De Rosa, entendió que Schechtel no es reincidente), el individuo cumpliría el requisito temporal para la libertad condicional, al cumplir las dos terceras partes de la pena, es decir 23 años y 4 meses.
Claro está que, hipotéticamente, podría obtener ese beneficio, a poco más de 53 años de edad, si se demuestra, en base a una serie de informes, la factibilidad de su reinserción social.
En este punto cobran importancia los estudios realizados por los peritos Gabriel Harrington (psiquiatra) y Jorge Rabadán y Julio Tapia (psicólogos).
Los especialistas consideraron al individuo como un sádico y un perverso, que no es un enfermo mental y comprende lo que hace y, lo que es más importante, que presenta "alto riesgo para la sociedad" y, en particular, para los menores, que son sus víctimas predilectas.
Por otro lado, el tribunal actuante no emitió opinión acerca del pedido del fiscal Foglia para someter a Schechtel a un tratamiento psicológico permanente intramuros y se ignora si esa medida, en caso de aceptarse, podría "recuperar" en algún punto al procesado.
Igualmente, todas estas cuestiones referidas al monto y tipo de pena, que en la actualidad son meramente conjeturales, recién podrían quedar definidas a largo plazo, teniendo en cuenta los tiempos que insumen las apelaciones en los tribunales superiores.
Iría a otra cárcel
Una vez detenido en la madrugada del 19 de junio de 2008 --siguiente al día del hecho--, Mauro Schechtel estuvo preso en comisarías zonales, hasta que el 23 de julio siguiente pasó a la cárcel de Villa Floresta y, una semana después, al penal de Saavedra, donde está alojado en la actualidad, aunque no sería éste su último destino.
Trascendió que existiría la posibilidad de traslado del recluso desde la Unidad Nº 19 a otro establecimiento provincial, medida que tendría que definir el Servicio Penitenciario Bonaerense, con la aceptación del tribunal actuante.
Schechtel, desde que llegó al presidio saavedrense, está separado del área de convivencia (población común, de unos 700 internos), encontrándose en el pabellón de aislamiento, en una celda individual, por orden judicial.
En ese sector hay otros detenidos que se encuentran castigados o bien quienes lo pidieron por voluntad propia.
Aunque no hubo ningún incidente que lo involucrara, se han tomado fuertes recaudos de seguridad cada vez que se lo movilizó, por temor a una agresión de parte de otros presos, teniendo en cuenta el tipo de delito que se le imputa.
El posible traslado estaría fundado en las características de la penitenciaría de Saavedra, que no es de máxima seguridad y tiene un perfil general de presos estudiantes o trabajadores y muchos con salidas.
También se supo que, en la actualidad, Schechtel no cumpliría ninguna actividad específica y que recibiría periódicamente visitas de algún familiar o allegado.

Fabián Zorzano: "La niña está totalmente integrada"
Coronel Dorrego pareció amanecer ayer con una sensación de alivio y tranquilidad luego de que, en un fallo ejemplar, la justicia bahiense castigara con 40 años de prisión al monstruo que, el 18 de junio de 2008, violó e intentó asesinar a una pequeña integrante de su comunidad.
"El hecho de minimizar el impacto emocional que pueda tener sobre la menor este caso puntual, hace que la gente evite hablar de este tema, sobre todo porque la niña está totalmente integrada a nuestra comunidad", dijo ayer a esta redacción el intendente dorreguense, Fabián Zorzano.
Y agregó: "Tuvimos la suerte, dentro de semejante desgracia, de que la niña se ha recuperado bien. Si bien todavía tiene algunas secuelas, no solamente físicas, sino emocionales, el hecho de que ella se haya reintegrado a la actividad deportiva, a la actividad escolar, que haya vuelto a su vida normal con sus compañeros, amigos, su familia, hace que uno evite estar recordando esta situación".
El jefe comunal consideró que "haber pasado este mes por la situación del juicio oral y haber tenido que enfrentar nuevamente todos estos recuerdos, debe haber sido para ella muy doloroso".
"Dorrego es una de las cosas más presentes que tiene en su historia, porque fue un hecho aberrante sobre una víctima muy joven y a todos nos dolió y nos sigue doliendo", afirmó Zorzano.
Respecto del fallo dictado el martes contra Mauro Schechtel, expresó que "no nos soluciona nada a los dorreguenses", aunque dijo que "por supuesto estamos contentos de que la justicia realmente haya encarado esto de la manera que lo hizo y haya dado un fallo que es ejemplar y que pone fuera de circulación social a una persona realmente peligrosa para todos".
"Desde ese punto de vista --continuó--, por supuesto que Dorrego está conforme; no hablemos ni de contentos ni de alegría, porque nadie puede estar contento de lo que pasó, porque en definitiva esto es la consecuencia de algo que no tendría que haber pasado. Esa es la realidad..."
"Nos consuela --señaló-- desde el punto de vista de decir que a la menor no le devuelve nada, ni a la sociedad dorreguense le devuelve nada, pero por lo menos saca de circulación a alguien que puede volver a cometer un hecho tan aberrante como el que ya pasó, y por supuesto estamos contentos de que ya, por lo menos una persona de estas características, no esté circulando por aquí".
Tras calificar como "ejemplar" la resolución de los jueces, pidió que "ojalá la justicia en algunos otros aspectos también pueda modificar algunas cuestiones que tienen que ver con las garantías. Yo siempre digo que la justicia está muy garantista con respecto de los delincuentes".
"Es este caso la justicia ha dado un fallo ejemplificador y eso nos cayó a todos muy bien, pero reitero, ojalá esto no hubiese pasado y la justicia no hubiese tenido que llegar a esta instancia", resaltó.
Exhortó Zorzano a que "la justicia siga poniéndose las botas en estas cuestiones y empiece a proteger con fallos de estas características todos los que estamos del lado normal de la sociedad".
"Lo que más contentos nos pone, más allá del fallo, es que la niña está en nuestra sociedad viviendo normalmente con su familia, con sus amigos", dijo.
Y Agregó: "Uno hace una negación de estos hechos; de repente despierta con estas cuestiones, pero, creo que despertó toda una comunidad, porque después de esto salieron a la luz algunos casos en el conurbano y ahí fue cuando el gobernador (Daniel Scioli) y las cámaras, tanto del Senado como de Diputados, se pusieron a trabajar firmemente y salieron leyes que han dado herramientas a la justicia para ponerle una cuota de seguridad al ciudadano".
Por último, mencionó que tuvo la oportunidad de conocer a la niña y la describió como "una personita especial, con una alegría de vivir impresionante".