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Con la presentación de pruebas periciales, análisis de ADN, la declaración de la víctima en cámara gesell y el informe del perito psicológico, quedó muy complicado hoy Mauro Emilio Schechtel acusado de violar y prender fuego a una nena de diez años en Coronel Dorrego, el 18 de junio de 2008.
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En el segundo día de juicio oral, el perito Edgardo Barragán mostró mediante diapositivas las manchas de sangre halladas en el auto y la ropa de Schechtel, que luego se confirmó mediante los análisis de ADN que pertenecían a Rocío. A su vez los análisis también demostraron que los restos de semen recogidos eran del acusado.
Las pericias psicológicas dieron por resultado que Schechtel tiene una personalidad perversa con rasgos sádicos y que esta afección no le provoca conflicto alguno. El especialsta afirmó que no hay tratamiento que pueda sacar al acusado de esa situación.
El juicio está a cargo del Tribunal en lo Criminal Nº 1, integrado por los jueces Hugo Adrián De Rosa, Mario Lindor Burgos y Enrique José Montironi, y se desarrolla en la planta baja del Palacio de Justicia, en Estomba 34.
El Ministerio Público Fiscal es representado por el titular de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 9, doctor Sebastián Foglia.
Mañana se darán los alegatos finales y podría declarar el acusado. Schechtel está procesado por los delitos de abuso sexual agravado en concurso real con homicidio criminis causa en grado de tentativa. (Canal 9)

El hecho
Rocío fue embestida (presuntamente adrede) por un automóvil y el conductor del vehículo se ofreció a trasladarla hasta el Hospital Municipal de aquella ciudad.
Pero en el camino, el desconocido tomó dirección hacia las afueras de la ciudad y en un descampado próximo a la ruta 72, consumó el ultraje y después arrojó combustible sobre la niña, prendiéndole fuego, con la evidente intención de matarla para ocultar el aberrante acto.
Sin embargo, la víctima, malherida, consiguió arrastrarse hasta la carretera y fue auxiliada por un camionero. Después, a bordo de un patrullero, fue llevada al hospital donde le realizaron las primeras curaciones.
El brutal episodio se registró el 18 de junio de 2008, cuando la víctima, por entonces de 10 años de edad, se dirigía en bicicleta hacia un club dorreguense para una práctica de básquetbol.

Fuente: La Nueva Provincia.