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Las evidencias expuestas hoy en contra del acusado de violar y prender fuego a una niña de 10 años fueron aplastantes e irrebatibles. De esta manera, la suerte del detenido Mauro Emilio Schechtel quedó sellada en la segunda jornada de juicio oral.
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La licenciada en química Silvia Trujillo, Jefa del Laboratorio Pericial de Bahía Blanca, expuso ante el tribunal oral en lo criminal n°1 los resultados de los análisis a los que fueron sometidas las ropas del imputado y la víctima, entre otros elementos.
Trujillo detalló que en los hisopados genitales y estudio de ADN que se le practicaron a la pequeña Rocío se encontraron espermatozoides de Schechtel. Como si fuera poco, la profesional indicó que se encontró sangre de la menor en distintas prendas del detenido y en una butaca y una alfombra del vehículo que utilizó el imputado para consumar el aberrante hecho.
También, se encontró sangre de rocío en los zapatos de Schechtel y en un toallón encontrado en el lugar de los hechos. Y un estudio sobre el pullover y el calzoncillo que llevaba puesto el agresor probó que había sangre de la menor.
Antes del demoledor informe de la bioquímica, prestó declaración el oficial principal Ricardo Barragán y reveló los detalles de cómo habían sido los pasos para levantar los rastros que luego se analizaron en el laboratorio.
Luego, se proyectó -con ausencia de público- el testimonio de la menor en cámara gesell y se escuchó a un médico de policía y pediatra que brindó un informe sobre las graves lesiones sufridas por Rocío.
Por último, declararon psiquiatras y psicólogos que habían entrevistado y evaluado al imputado. El médico Gabriel Harrigton consideró que Schechtel “tiene rasgos sádicos y pedófilos” y aclaró que es “totalmente imputable” porque comprende la gravedad de los hechos.
En tanto, el psicólogo Jorge Radabán expresó que el acusado “es un perverso y sádico” y que “sus objetivos son los menores de edad”. Y afirmó que “Schechtel posee falta de empatía y consideración hacia los demás”.
Además, el psicólogo explicó que el acusado goza con el dolor y el miedo de sus víctimas y que, habitualmente, sus intenciones están dirigidas hacia menores inocentes, que no se pueden defender.
Radabán dijo que “Schechtel sabe muy bien lo que está mal y conoce las normas y las leyes” pero que “no le importan las consecuencias de su accionar”.
Por último, el psicólogo mencionó que “en estos casos no hay tratamientos posibles” para la corrección de esas perversiones. “Su personalidad es así y no va a cambiar”, dijo y agregó que “el propio acusado se ofreció a la ciencia para ser estudiado”.
Con la finalización de los testigos en el día de hoy, mañana se escucharán los alegatos de las partes -y probablemente la última palabra del imputado- y luego, los jueces Hugo Adrián De Rosa, Mario Lindor Burgos y Enrique José Montironi pasarán a deliberar hasta la próxima semana.
Distintos juristas, consideraron que si el tribunal encuadra legalmente el delito cometido por Schechtel como “abuso sexual doblemente agravado con acceso carnal y homicidio criminis causa en grado de tentativa” la pena podría fijarse entre los 30 y 40 años de cárcel.