Juan Pablo, te leo y te pido perdón, trataré de entenderte. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Te pido perdón pues me cuesta entenderte. No porque no hayas sido sincero y claro en tus concepciones, sino porque por mi edad estoy condicionado para entender tus expresiones. También debo pedir disculpas a tu apreciada familia, pues cuantas veces en mi vida me he expresado peyorativamente sobre la homosexualidad. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - Del mismo modo actué ante los diferentes (discapacidad) hasta que nuestra hija Silvia y su esposo hace más de diez años, emprendieron el desafío de fundar una escuela primaria y secundaria de inclusión (en B. Blanca).
Es que nuestra malformación es histórica. Todas estas discusiones, mas allá de estar de un lado u otro, lo que hacen es aclarar las ideas y conocernos mas entre nosotros. Saber de que lado estamos y hasta comprender porque en ocasiones estamos donde estamos. Justo donde debemos estar sin mascaras.
Te pido me comprendas vos a mí, a mi generación. En algún momento discriminamos a los negros, lo hicimos con los discapacitados. Lo hacemos con los pobres cuando les brindamos CARIDAD, pero no SOLIDARIDAD. No te resultará extraño como se subestimó a la mujer, Aun sigue siendo un objeto del machismo imperante. Ver la televisión y la cantidad de argentinos que miran los programas de exposición descarada de la mujer usada para obtener rédito económico para los medios, es muestra suficiente de ello. No dijimos nada cuando la televisión de Capital, comenzó a endiosar a personajes como Fernando Peña o Florencia de la V y otros. Nos hicimos los ciegos cuando los canales que pagamos al multimedio, porque los publicistas no contratan la emisión en el interior del país, nos ponen publicidades como “manda mensaje al…..” y tenemos acceso a colas y pechos, como si no hubiera suficientes en los programas de Tinelli y los que lo retrasmiten para que no nos perdamos ningún detalle de esta cultural y educativa expresión televisiva. Es nuestra generación y la que le sigue la que no levantó ni levanta la voz para condenar esas expresiones en canales que pagamos todos con nuestros abonos e indirectamente con la publicidad. Tenes que perdonarnos somos hipócritas o caretas como dicen ustedes los jóvenes. Si, los cristianos de todas las religiones. Hacemos un escándalo por la ley de casamiento homosexual, pero como bien decís en tu nota, nos callamos ante la muerte, la guerra, la desigualdad en el reparto de la riqueza. Violan a una niña o joven y ponemos en duda si no fue ella la que indujo o provocó. Pero bueno, la democracia actuó y la mayoría se impuso. Pero tenemos tiempo de prepararnos para la o las que se vienen. La ley del aborto. La separación de la iglesia del estado (subvención), pero no hagamos como en esta oportunidad. Pongámonos de acuerdo. Démonos la posibilidad de debatir, de intercambiar criterios. No aceptemos que se sancione a un sacerdote porque piensa distinto, porque si eso hacemos con un sacerdote, no quiero ni pensar que pueden hacer con un laico. Lo apedrean como a María Magdalena, sin derecho a defensa. Actuemos con caridad y calidad.
Seamos sinceros, repartamos las cargas. Ustedes en el momento en que la televisión exhibía a Florencia de la V y otros, no nos dijeron que eso no es la expresión de la homosexualidad, que no es sólo sexo o exhibición comercial. No nos mostraron que hay otra cosa. Quizás sólo tuvieron miedo o lo que es peor tuvieron miedo a nuestra discriminación.
Nosotros los heterosexuales no nos podemos rasgar las vestiduras. Si la familia hoy esta como esta, no es responsabilidad de los homosexuales, es exclusiva de los que decimos defender la familia, pero miramos para otro lado ante las necesidades de familias enteras sumidas en la desigualdad. Inventamos Caritas o la “Ayuda humanitaria” pero minga de comprometernos con las causas que crean esa desigualdad. Vayamos más a lo cotidiano a nuestro prójimo próximo. Miles de ciudadanos, cristianos ellos también, hoy se encuentran afectados por carencia de su obra social (OSECAC ), ¿se hará una manifestación como la del martes? ¿Si la AEC convoca a una asamblea, llenaran una cancha o un cuarto de baño? ¿Tendrán la “solidaridad” de otros gremios, sus empleadores, su familiares, sus pastores o hermanos en Cristo?.
Las mujeres separadas (casadas o solteras) que hoy deben hacerse cargo de sus hijos de padre heterosexual, abuelos paternos heterosexuales, que deben salir a trabajar largas horas para sostener el hogar ante la falta de contribución del padre de sus hijos, nos muestran a las claras que no estamos muy habilitados para sacar pecho ni mostrarnos altaneros. Y ellas no son 100 o 200 en todo el país o 10 en nuestra ciudad que quieran contraer matrimonio homosexual, son muchísimas las que sufren esa marginalidad y sometimiento. ¿Medimos con la misma vara?
En algún momento tendremos que sacarnos las anteojeras y quitarnos mascaras que nos ponemos para quedar bien con los demás. Usemos sin vergüenza, sin condicionamientos lo que Dios nos ha dado. Nadie debe ser descalificado o atacado porque piense diferente. Tenemos derecho y se hace necesario discutir las diferencias, pero nunca a censurarlas o descalificarlas. Finalmente la democracia, mejorada cada día, nos llevará por el camino correcto, participando y comprometiéndonos
Ah, me olvidaba… el que esté en condiciones, que tire la primera piedra. Yo, no lo estoy.
JULIO ZABALLA
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