Con la firma de los Concejales Hugo Bilbao, Augusto Berg, Blanca Rodríguez Larumbe de Stacco, Alejandra Travería y Héctor Dalmau ingresó al Concejo Deliberante un proyecto de resolución teniendo en cuenta la iniciativa que se refiere a la Ley de Matrimonio entre personas del mismo sexo, que se encuentra en tratamiento legislativo en la Cámara de Senadores de la Nación y que ha tenido media sanción de la Cámara de Diputados de la Nación.
Los Concejales señalan “que el tratamiento del tema en cuestión altera valores esenciales de nuestra cultura y que el mismo ha tenido un tratamiento innecesariamente apresurado.
Por tal motivo, agregan que la politización del mismo poco ha aportado a un debate maduro, en un tema fundante de la sociedad, como es el MATRIMONIO y que más allá de los intereses y derechos que deberán ser preservados en las personas de preferencias sexuales diferentes, está claro que la institución del matrimonio ha sido fundada para que el mismo se constituya entre hombre y mujer, debiéndose crear para ellos instituciones distintas.
En sus considerandos el bloque del PJ Disidente de Coronel Suárez manifiesta que “los sectores que pretenden descalificar como discriminatoria la aseveración expresada en el párrafo anterior, desconocen u olvidan de manera capciosa, un principio básico de nuestro ordenamiento jurídico, en cuanto a que “la igualdad ante la ley” se refiere, sin duda por la jurisprudencia existente al respecto, a la “igualdad de los iguales en iguales circunstancias” y está claro que este no es el caso”.
La fundamentación establece también que la posibilidad de adopción, bajo los supuestos de aprobación del proyecto de ley motivo de la presente, priva a nuestros niños de la posibilidad de contar con padre y madre y de la positiva influencia que en ellos se canaliza a través del rol de hombre y mujer y que es propicio incorporar, por la madurez, ecuanimidad y profundidad con que ha sido tratado el tema de referencia, el documento que al respecto han emitido la Unión Evangélica de la Argentina, la Iglesia Católica Argentina, la Iglesia Luterana Argentina y la Iglesia Comunidad Cristiana, que dice textualmente:
“La familia, institución natural y permanente, constituye el órgano esencial, primario y fundamental de la sociedad y la experiencia histórica general recogida ha demostrado que es cohesionado los lazos entre quienes la conforman, como se contribuye al mejor desenvolvimiento de las comunidades. Es en particular en los países de Occidente donde esta familia se ha constituido, teniendo como base a partir de sus iniciales agrupamientos, la sólida institución del matrimonio. Matrimonio que, jurídicamente, ha sido reconocido y establecido desde las más antiguas compilaciones para designar a la unión realizada entre el hombre y la mujer con la finalidad de conformar un vínculo perdurable, creando lazos que nacen de la relación intersexual y la filiación. La unión de personas del mismo sexo, para la ley civil, no se encuentra prohibida y libremente pueden las personas que lo deseen establecerla y tal elección debe ser respetada y, como acto libre, tendrá garantía constitucional. Pero el concepto del matrimonio no los comprende, pues necesariamente exige la participación del hombre y la mujer para cumplir con el propósito de complementación espiritual y física, con la apertura a la vida a través de la procreación entre la unión de los sexos opuestos. Ignorar esta realidad es desconocer la intervención de Dios en su función de Creador y Fundador de la familia.”
Instalando el tema en debate ante el Concejo Deliberante y una vez considerado el mismo, de ser aprobado, se solicita al Senado de la Nación se abstenga de tratar o rechace el matrimonio entre personas de mismo sexo.