La Nueva Radio Suárez habló con Marta Cimarosti, trabajadora social, quien explicó que el 2 de julio es una fecha bastante controvertida, porque la definición del día hace referencia a la influencia que en esto tuvo la Iglesia Católica en la República Argentina.
“Dentro de la profesión hay posturas contradictorias en torno a esto y hay muchos trabajadores sociales que no estamos de acuerdo, pero en lo que sí hay consenso es en tener un día al año para la actividad para sentarnos a pensar nuestras prácticas”.
Explicó que “nuestra profesión surge en Argentina y América Latina, ligado a ser funcional al modelo capitalista, lo que en su momento condicionó mucho la actividad de los trabajadores sociales que fueron creciendo pensando en la autonomía y en otro tipo de intervenciones, con la necesidad de definir en servicio de quien trabajamos, si de la gente o de los sectores de poder. De manera que este día es para pensar todo esto, analizar los modelos de trabajo para hoy en día y todas otras cuestiones en torno a una profesión que no es sencilla”.
Consultada sobre como ve la Argentina en estos momentos, desde su profesión de trabajadora social, manifestó que “la realidad de nuestro país creo que ha involucionado en relación al crecimiento de los sectores de pobreza. Creo que la marginalidad es cada vez mayor, hay amplios sectores que quedan fuera de la mayoría de las prestaciones sociales, económicas, culturales, mientras que hay un sector cada vez más minoritario que accede con creces a estas cuestiones. Acompañado de la pobreza económica y cultural, una de las cuestiones más preocupantes tiene que ver con la pobreza cultural y simbólica, el no pensarnos como país, como proyecto colectivo. Este tipo de pobreza es mucho más difícil de desandar que la pobreza económica”.