En las tribunas, detrás de los arcos, en todo el perímetro tras el alambrado y donde era posible la gran cantidad de espectadores que registró el clásico entre los tradicionales rivales de nuestra ciudad, se transformó en un espectáculo que también fue visible por las innumerables expresiones del público.
Así, las banderas verdirrojas, fueron las que acompañaron el festejo hasta el final del partido e inclusive en las calles suarenses.
Hubo harina, que como siempre, termina impactando en los impecables uniformes de la Policía que desplegó un buen operativo de seguridad a cargo de Martín Otero y José Maria Medina.
Antes del inicio del partido y al momento de ingresar los equipos al campo de juego en el Parque Alberdi, papeles, papelitos, serpentinas, bombas de estruendo y hasta cebollas formaron parte de la bienvenida a los protagonistas del clásico.
Humo blanco como descendiendo del cielo, invadió varios sectores de la tribuna y en definitiva el colorido habitual para el tradicional choque de los mayores adversarios de la ciudad.
Esta vez, el festejo fue en verde y rojo y encima en el Parque Alberdi y por 3 a 0.
Sin más palabras, las imágenes de Juan Schtre son elocuentes.