Se trata de Julio Hartman, apasionado de la actividad y que cuenta la historia que tiene este deporte.
“Nació como una táctica de guerra, inventada por los alemanes para poder vencer al enemigo. Y se constituyó después, en los días fríos de una guerra cruel e interminable, en la forma en que tenían los soldados de matar el tiempo y olvidar las penas”.
Así nació este juego, que después se transformó en un deporte y que ahora ha resurgido con una fuerza inusitada en nuestros Pueblos Alemanes, al constituir torneos de Kösser a lo largo de todo el año.
Se juega con huesitos de diferentes partes del esqueleto del caballo. Tiene reglas específicas, que estos alemanes de ahora aprendieron en su infancia, tal como se lo enseñaron sus abuelos y padres.
Y la actividad está tomando tanto auge que, por ejemplo, hace pocos días atrás, cuando Guatraché (donde hay una colonia alemana) celebró los 100 años se llevó a cabo un torneo de la actividad.
Julio Hartman cuenta todo esto con una pasión y un respeto por este deporte que no es más que el aprecio por su propio pasado y por su propia historia familiar.
Como la sienten y la viven todos los alemanes, que buscan con empeño que no se pierdan las tradiciones de su pueblo.