Ha sido una inolvidable docente del Departamento de Aplicación y el pasado primero de marzo dejó su escritorio de Secretaria en la Escuela Nº 46 para acogerse a los merecidos beneficios jubilatorios, después de una trascendente carrera docente donde dejó grabado a fuego un sello distinguido con el fuerte compromiso de la educacion, que siempre llevó implícito.
Pirucha en el año 1967 comienza su tarea docente en el Departamento de Aplicación, que por entonces funcionaba en calle Las Heras, donde continuó hasta el año 1978.
En el año 80 se desempeñó como docente interina en sexto y séptimo en las áreas de Lengua y Ciencias Naturales, continuando hasta 1994 como docente de cuarto.
El 25 de abril del año 2001 participó de las pruebas de selección para cubrir el cargo de secretaria, asumiendo estas funciones en la Escuela Primaria, bajo la dirección de la recordada Norma Montes, quien, como en cada acto, estuvo presente junto a un inolvidable grupo de docentes de aquella época.
En el año 2005 Pirucha, sus tres hijos y su nieto Faustino recibieron un reconocimiento a la tercera generación presente en la escuela.
Cada docente, en el camino de su trayectoria, es evaluada y supervisada, por eso en el acto la Inspectora de Enseñanza Primaria, Adriana Allerbón, fue la encargada de leer el primero y el último informe en el libro de actuación profesional.
Luego, la profesora Célica Salamero, como Directora Institucional, y Carolina Radice, Directora de la Escuela Nº 46, entregaron un reconocimiento a la docente, mientras que lo propio hicieron los miembros de Cooperadora.
Fue emocionante, sincero y breve el mensaje que dejó Nora Hornos a la hora de despedir a su compañera de trabajo y amiga de tantos años.
Las docentes y compañeras también la despidieron, su nieto Faustino, alumno de sexto, le entregó un hermoso ramo de flores y finalmente vino el mensaje de despedida de la inolvidable Pirucha Díaz.

 

 

 

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