La resolución 423/10 del Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires fue notificada desde la Delegación Regional del organismo en nuestra ciudad a las autoridades de la Municipalidad y, posteriormente, al Sindicato de Trabajadores Municipales.
La Municipalidad, a través de la Asesoría Letrada, acató plenamente lo dispuesto como ente empleador y señaló, a través de una resolución a la Dirección de Personal de la Comuna, que ante un posible incumplimiento por parte del personal municipal (de planta estable o permanente o del personal temporario o contratado) quedarían sujetos y expuestos a las correspondientes sanciones de orden legal como consecuencia lógica de su conducta violatoria de la legalidad laboral administrativa, como ser sanciones administrativas, despidos, rescisión de los contratos laborales, “ya que nos encontraríamos en presencia de un actuar ilícito, tanto del trabajador involucrado en forma personal como aun las consecuencias que pesan sobre el gremio, por su responsabilidad en el no acatamiento de una conciliación obligatoria, conforme leyes 14.876, 25.877, Decreto 272/06, Disposición 423/10 y art. 14 bis de la Constitución Nacional, atento que el derecho de huelga no es un derecho de carácter absoluto” expresa el Dictamen de la Asesoría Letrada Municipal.
En cambio, el personal tuvo dispar reacción a la medida del Ministerio de Trabajo de la Provincia y la cuestión fue necesaria trasladarla a una asamblea que sesionó después de las 13:00 horas en el Corralón Municipal, tras los debates que se dieron en cada una de las áreas.
La opinión estuvo dividida, hubo trabajadores que se mostraban contrariados por la obligatoriedad de la medida, a pesar de las consecuencias legales que implican su no acatamiento, por lo cual la moción se puso a votación y por mayoría se resolvió acatar los términos de la conciliación, que se extenderán por 15 días hábiles, con la probabilidad de otros 5 días si las partes no encuentran un camino de flexibilidad que acerque las posturas encontradas.
Lentamente la actividad municipal comenzó a reorganizarse y se estima que hacia el próximo lunes estará totalmente normalizada, con algunas consecuencias lógicas que devienen de las posturas divididas en que se desarrolló la asamblea.
Los dirigentes consultados fueron coincidentes en que, a pesar de la diversidad de criterios de la asamblea, se prefirió una actitud de buena voluntad, acatando la directiva superior y, a través del diálogo, reiniciar las negociaciones que puedan encaminar la situación, aunque los planteos de una recomposición salarial habrán de continuar.
En tanto, el Intendente Ricardo Móccero, al confirmar la conciliación obligatoria y ante el fracaso de las negociaciones, después de haberse reunido el jueves por la noche con el Sindicato, anticipó que de todas formas “ya decidimos que se pagará una garantía salarial a los que ganan menos de 1700 pesos, será una suma fija y aunque el gremio no lo acepte y pretenda alguna otra recomposición para toda la planta, ya resolvimos que alrededor de 200 empleados, los que menos ganan, tendrán esta garantía salarial”.

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