Por ejemplo, cuando se habla de potenciales riesgos asociados a los recipientes, se mencionan los riesgos y efectos producidos por una explosión, su onda expansiva y la consecuente proyección de materiales y escombros que podrían dañar a las personas; o también los riesgos que surgen en los casos de fugas, y en especial cuando contienen sustancias con efectos para la salud (tóxicas) o que ante presencia de llama podrían producir un incendio (gas, combustibles).
Además, para todo empresario es importante proteger los bienes de capital, ya que una explosión de un recipiente o una fuga seguramente genera la parada de un proceso, y con ello pérdidas significativas de dinero tanto para reponer los equipos como por falta de operatividad y el no cumplimiento de entregas.
Los recipientes sometidos a presión, con fuego (por ejemplo, una caldera) y sin fuego (por ejemplo, un pulmón de compresor), normalmente están sujetos a procesos de deterioro progresivo durante su vida útil.
Los recipientes habitualmente se deterioran por fenómenos de corrosión; por fatiga térmica cuando son expuestos al calor; por fatiga mecánica cuando son expuestos a proceso de compresión y descompresión; o bien por la abrasión que producen las sustancias que contiene en su interior; y también por las condiciones ambientales externas a los cuales son expuestos (ej. trabajo en intemperie).
A medida que se desgastan los recipientes, se observa una disminución de espesores de sus paredes, y con ello aumenta el riesgo de colapso del material.
Estas condiciones de deterioro progresivo forman parte de una realidad que demanda la periódica revisión y análisis de estos equipos, a los fines de disminuir riesgos y asegurar la operatividad de las instalaciones.
La conciencia sobre los riesgos relacionados con explosiones y fugas de recipientes sometidos a presión, han llevado a elaborar legislación y requisitos específicos que son aplicados por autoridades que exigen la inspección periódica estos recipientes instalados tanto en industrias, como también en comercios, organizaciones, dependencias gubernamentales, entidades financieras, empresas de servicios, etc.
En el caso de los recipientes instalados en industrias de la Provincia de Buenos Aires, la autoridad de control es el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), que aplica reglamentaciones especificas como ser la Resolución 231/96 y su Resolución complementaria 1126/07, que determinan los alcances de las inspecciones necesarias para los “aparatos sometidos a presión”, y por otra parte dentro del mismo OPDS existe un registro de profesionales que están habilitados a realizar estas inspecciones.
En las últimas semanas, el OPDS ha informado sobre la implementación de un sistema on-line en su página web para registrar las inspecciones realizadas a recipientes, y esta información esta directamente cruzada con los registros de Categorización Industrial de la Provincia de Buenos Aires (sistema dónde están asentados todos los datos de las industrias). Por lo tanto, se desprende la importancia que le otorga OPDS a la verificación de las condiciones de seguridad y medio ambiente de las industrias, y a la inspección de los recipientes instalados en todo la Provincia de Buenos Aires.
Por otra parte, aquellos recipientes sometidos a presión que no se encuentren instalados en industrias, es decir aquellos que se encuentran instalados en comercios, organizaciones, dependencias gubernamentales, entidades financieras, empresas de servicios, etc, etc, también deben ser controlados e inspeccionados en forma periódica conforme a las exigencias de las Aseguradoras de Riesgos de Trabajo (ARTs), mediante la aplicación de la Ley 19587 “Higiene y Seguridad en el Trabajo” y sus Decretos Reglamentarios.
Para realizar inspecciones y controles periódicos a los recipientes sometidos a presión, resulta necesario ejecutar procedimientos generales y específicos - adaptados a las condiciones de verificación - e instrucciones de trabajo que incluyen la inspección y ensayos no destructivos de los aparatos, así como los cálculos de resistencia estructural a partir de mediciones y de acuerdo a normas técnicas reconocidas, y finalmente las pruebas de resistencia y performance (hidrostáticas, neumáticas y funcionales).
A través de la verificación de la resistencia estructural, se puede determinar y asegurar el rango de confiabilidad y vida útil remanente de los equipos en operación, y mediante las pruebas de resistencia y performance se corrobora en forma práctica los cálculos de verificación estructural.
Por ello, y ante la complejidad del tema, para ejecutar las inspecciones y controles periódicos es necesario recurrir a profesionales idóneos y habilitados para tales tareas; y que además en caso de actuación en la Provincia de Buenos Aires deben estar registrados ante OPDS.
Desde SUAREZ AMBIENTAL brindamos estos servicios, para aquellas organizaciones y empresas que necesiten inspeccionar y controlar sus recipientes.
No dude en contactarnos, su consulta será respondida en breve.
Ingeniero Mauricio Schamber
Tel (02926) 423697
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