Con motivo de celebrarse el Bicentenario de la Revolución de Mayo, el instituto Superior de Formación Docente Nº 160, a través de los Docentes del Profesorado de Historia y con el acompañamiento del Centro de Actualización e Innovación Educativa – CAIE-, desean acercar diferentes hechos y acontecimientos de la Vida de Mayo en 1810.
La vida privada en la sociedad de 1810.
Los niños en Buenos Aires.
Durante la primera mitad del siglo XVIII comienza a especularse sobre la existencia de etapas evolutivas dentro de la niñez. El sistema “hebdomadario” distingue la pequeña infancia entre los 0 y los 7 años, la infancia de 7 a 14 años y la adolescencia entre los 14 y los 21. La minoridad atrae una atención especial de la medicina y la justicia; la crianza y la educación de los niños accede a un lugar central. El “descubrimiento de la niñez” estimula el debate y solicita respuestas oficiales frente al abandono, la regulación de los hospicios y la condena del infanticidio.
En 1779 abre sus puertas la primera Casa de Niños Expósitos de Buenos Aires, autorizada por Vértiz a recibir fondos provenientes de rentas de edificios de propiedad del gobierno, de la ganancia de la Casa de Comedias y de la imprenta oficial.
El 2 de enero de 1823, la Sociedad de Damas de Buenos Aires se constituyó en Sociedad de Beneficencia y asumió la dirección e inspecciónn entre otras instituciones, de: la Casa de Expósitos, Casa de Partos Públicos y Ocultos, Hospital de Mujeres y el Colegio de Huérfanas.
Además de la Defensoría de Menores, responsable del bienestar de los menores y de los indigentes, los Juzgados de Paz de cada barrio de la ciudad tomaron bajo su jurisdicción los asuntos vinculados a la minoridad en casos de delitos menores y desorden público.
Los bailes en Buenos Aires.
Se bailaba hasta las doce de la noche y sólo se servía mate. Cuando el baile se extendía y duraba hasta la mañana, se agregaba chocolate. Las tertulias domingueras más divertidas en Buenos Aires eran las organizadas por don Bernabé Figueroa y las de la familia Castillo. Pero especiales resultaban ser las del Dr. Olaguer Feliú, en la Plaza de la Victoria, al lado del Palacio arzobispal. Una distinguida concurrencia frecuentaba estas reuniones. Las señoritas cantaban hasta altas horas de la noche. En lo que respecta a las danzas las mismas eran contadas, figuran en primer término el minuet, liso o figurado; el vals pausado; la colombiana, especie de contradanza con final de cielito; la gavota, baile de movimientos exagerados, y la contradanza.
Estos bailes tenían un bastonero o director cuya función era la de decidir y anunciar lo que debía bailarse y formar las parejas.
Existían además otras danzas que realizaban las niñas y niños en los festejos públicos, bailaban siguiendo las carrozas hasta la Plaza Central en donde los esperaba un tablado construido especialmente para la ocasión, en el cual marchaban y formaban con cintas diversas figuras.
Para el Carnabal los afroargentinos abandonaban los barrios del Tambor y del Mondongo, la Plaza de la Fidelidad y Santa Lucía, Monserrat y la Concepción y se dirigían a la Plaza Mayor. Para la gente decente, estas diversiones eran las más bárbaras y groseras.
CICERCHIA, A. Historia de la vida privada en la Argentina. Bs. As. Ed. Troquel. 1998.
I.S.F.D. Nº 160.
Profesorado de Historia.
Prof. Sabina Mendoza.

French y Berutti: Chisperos o manolos.
Seguramente que cuando se nombra a French y Berutti nos los imaginamos con una sonrisa muy amable invitando a los porteños a colocarse las cintas celestes y blancas en el pecho.
Lo cierto es que eran parte de un grupo de activistas que conformaban el sector social de menor ingreso, conocidos en las crónicas españolas no solo como CHISPEROS sino también como LA LEGIÓN INFERNAL o LOS MANOLOS. Fueron en realidad una fuerza de choque que proponían cambios en lo económico y en lo político.
French, cartero de la ciudad, y Berutti, empleado de la Tesorería del Gobierno, eran los lideres del grupo, pero no podemos dejar de nombrar y destacar a Agustín Donado, grafico que se desempeña en la imprenta oficial; Francisco Planes, abogado con clara posición revolucionaria; Vicente Dupuy y Felipe Cardoso entre otros, se los designa como “la chusma” que vertía “especies subversivas”.
French y Berutti juegan un papel decisivo, pues son sin duda los que exigen y logran el CABILDO ABIERTO DEL 22 de MAYO, recurrieron a todo tipo de artimañas para lograr el objetivo, son los que denuncian e impiden el ingreso de “gente reaccionaria que apoyaba al Virrey”; los que se movilizan rápidamente contra la Junta tramposa del 24.
Son ellos, junto a otros, los que el 25 de Mayo entran en la Plaza y logran ingresar al Cabildo y desde la planta alta exigen por la fuerza (con cuchillos y trabucos) la conformación de la Primera Junta.
Fueron verdaderos “CHISPEROS”, no importa si las cintas eran celestes o azul-celestes, blancas, verdes o amarillas... si repartieron pocas o muchas, lo que si importa es que representaron al sector popular y se jugaron enteros por sus ideales. Tenían que reemplazar al Virrey.
I.S.F.D. Nº 160.
Profesorado de Historia.
Profesora Gladys M. Meyer.