El éxito de organización, tiene que ver primero con la experiencia de la Asociación Descendientes de Alemanes del Volga, lograda a través de tantos años de vigencia, de planificación, de llenar salones, gigantescas carpas para celebraciones especiales y muchas manos.
Casi es un ejercito de hombres y mujeres, con la intacta capacidad de organizar, preparativos previos, reuniones permanentes de organización y después el resultado esta en la mesa exquisitamente servida con los platos bien típicos como fue el caso del sábado pasado, una variedad única de salchichas, huesitos de cerdo.
El sábado se consumieron 756 salchichas, 70 kilos de chucrut, 80 kilos de manzanas, 8 bolsas de papas y 1.200 huesitos de cerdo, a eso hay que sumarle el pan, la bebida y el postre.
Juan Hippener, siempre dice, que es la cara visible de la entidad que representa, pero reconoce que un gran grupo de trabajadores lo secundan y son el pilar fundamental para lograr las exitosas fiestas que se organizan manteniendo y conservando las mas caras tradiciones de los Alemanes del Volga.
Hombres y mujeres, representativos de las colonias, bien activos y experimentados a la hora de preparar no solo las comidas que formaron parte del menú del sábado pasado, que requiere casi una perfecta sincronización para la preparación de los platos, sino que se lucen con la carne, los chorizos, la fiesta de la carneada, el histórico filsen y tantas otras exquisiteces que se destacan en las Fiestas de la Salchicha, de la Carneada y de la cerveza respectivamente, donde son palabra autorizada y fiel demostración de trabajo, con alegría y una dedicación admirable.
Párrafo aparte para las mujeres, un verdadero batallón, que además y después de la intensa faena, tienen tiempo para salir a la hora de los discursos, cambiadas, elegantes y sonrientes, apoyando siempre el éxito de las fiestas.
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