Lo dijo la Coordinadora General del organismo, Amelia Rodríguez de Francois, al hablar con La Nueva Radio Suárez, haciendo una evaluación de los dos días transcurridos.
“Esta es la motivación que teníamos que despertar en Huanguelén para alcanzar nuestra meta final, que es una pileta cerrada climatizada para discapacitados. No es lo mismo que cualquier otra pileta cubierta que puedan tener los clubes. Y podrá así utilizarse no solo como terapia, sino también para socializar: los discapacitados pueden estar muy solos, los días son muy largos y contar con esta posibilidad de hacer natación en un espacio acondicionado especialmente les va a venir muy bien”.
Amelia Rodríguez contó que alrededor de 300 jóvenes participaron los días, en forma íntegra, de cada una de las charlas y actividades. “Y cuando los adultos ya se habían ido, porque las exposiciones habían terminado, estaban todavía los jóvenes compartiendo experiencias con las personas que nos visitaron. Fue emocionante el taller donde se practicó todo lo hablado. Con los ojos tapados todos los jóvenes experimentaron lo que significa ser ciegos y la importancia que tiene la voz del acompañante o de quien guía. Luego hicieron tenis y básquet en silla de ruedas, lo que resultó una experiencia inigualable también. En definitiva, quedó la población, sobretodo a través de los jóvenes, motivada y dispuesta para que actuemos en forma conjunta para conseguir tener nuestra pileta climatizada para los discapacitados”.