Después de compartir una muy buen cena en las instalaciones del Restaurante ubicado en la Ruta 85, al lado de la Estación de Servicio Santa María, la diversión se prolongó por lo menos hasta las 6:00 de la mañana.
Y no era para menos, Darío Pereyra cumplía 50 años y el acontecimiento merecía una grata reunión social con música, sorpresas y un grupo de lanzadas y poco recatadas señoritas que dieron la sorpresa apabullando al homenajeado.
Rubias y morochas, bien pechugonas, algunas con prominente pancitas y sugestivos lunares bailaron, se movieron y hasta apretaron al joven de 50 que ingresaba en su quinta década de vida.
La música inundó toda la noche el hermoso restaurante que presentaba una linda ornamentación para recibir a los invitados.
Darío Pereyra estuvo feliz junto a su esposa Silvia Vega y sus hijos Pamela y Benjamín, conformando en definitiva todo un grupo de invitados que supo transformar la reunión en una fiesta mas que divertida.
Armando presentó un clip divertido con la intervención de muchos de sus amigos, quienes espontáneamente dejan reflexiones “profundas” y sabios pensamientos sobre el agasajado.
No paró de funcionar la barra móvil de Martín Torres y la música de Ecos Producciones.