Se trata de la técnica operadora del equipamiento para medir el nivel de calcio en los huesos, Sofía Worobig, quien se refirió a las cuestiones que merecen nuestra atención para conservar la salud de los huesos.
“Los huesos en sí no dan dolor -lo que por allí duelen son las articulaciones- hasta que se quiebran, se rompen. Muchas veces estos sucede sin que lo esperemos y tiene que ver con esta enfermedad, la Osteoporosis, producto de la falta de calcio suficiente para conservar la salud de nuestro sistema óseo. La gente muchas veces quiere saber en que parte tiene la Osteoporosis –generalmente los que primero se afectan son los huesos de la cadera o de la columna- pero esto no es importante, porque el tratamiento no es localizado y es el mismo para todo el cuerpo. Para no padecer Osteoporosis u Osteopenia (que es el principio de la enfermedad) es muy importante prestar atención a la alimentación, también al ejercicio físico. Esta enfermedad no reconoce sexo ni edad, por lo que hay que prestar atención, en el caso de los niños si hay sedentarismo (todo el día el niño frente a la computadora) o se trata de un chico hiperquinético, o es un niño que está en tratamiento permanente con corticoides, por ejemplo”.
En cuanto a la alimentación hizo algunas recomendaciones muy específicas: “si se toma leche con chocolate, debe consumirse enseguida, porque los gránulos de chocolate encapsulan el calcio y es lo que se deposita en el fondo de la taza. No es conveniente consumir yogurt con cereales, porque los cereales son fibras que barren el calcio, es bueno comer ambos, pero por separado”.
“También, en el caso del té con leche o el café con leche, hay que tomar en cuenta que tanto el té como el café barren con el calcio, por lo que la leche pierde el sentido por el que se la consume. Otra cosa a tener muy en cuenta es el estrés, porque puede actuar en el organismo dificultando la absorción de calcio y conduciendo a una Osteoporosis”.
La profesional visitante explicó que es recomendable la densitometría ósea a partir de los 30 años, con una periodicidad de un año, tomando siempre en cuenta la recomendación del profesional médico.