Esta es una patología endémica de esta zona. Se dan muchos más casos en Argentina que en el resto del mundo.
Es porque está relacionado con una bacteria, la Escherichia Coli, en uno de cuyos grupos produce la Verotoxina, responsable del Síndrome Urémico Hemolítico.
El reservorio de esta bacteria es el tracto digestivo de los vacunos. Se relaciona con la cocción indebida de la carne, con la leche no hervida, sin pasteurizar, o que se haya cortado la cadena de frío en los lácteos.
A la gente le gusta dar a los niños los postres de leche o los yogures y a veces, en los comercios, no se respeta la cadena de frío, por eso recomendamos que en el verano a los niños pequeños no se los den. A veces es más sano hacer postres de leche caseros, como una maicena por ejemplo.
La Doctora Susana Alberdi agregó que “nuestro país y nuestra zona es endémica de esta enfermedad: se registran entre 7 y 10 casos cada 100.000 habitantes, cuando en otros lugares, como Canadá, Inglaterra y Estados Unidos, se registra 1 caso cada 100.000”.
“Hay que tomar en cuenta, entre las medidas de prevención, que la carne debe estar perfectamente cocida para destruir esta toxina. Como la toxina también se elimina por el aparato digestivo, ha habido presencia de la bacteria en piletas de natación. También se han detectado casos de este Síndrome en convivientes de una misma familia, por lo cual la bacteria no solamente ingresa al organismo de manera indirecta, sino también de persona a persona”.
“Lo importante es que hay que estar atento ante una diarrea con sangre, vómitos, dolor abdominal, entre algunas características, y además, como existe compromiso del sensorio, hay que observar atentamente si el niño está excitado, incluso puede tener convulsiones, o si por el contrario esta muy tranquilo y duerme todo el día”.
Dijo que el pronóstico de la enfermedad depende del compromiso que tenga el riñón y de los días de anuria que lleve el paciente.
La pediatra volvió a recomendar insistentemente en la cocción completa de los alimentos, especialmente las carnes, pollos, huevos y pescado, evitar las contaminaciones cruzadas entre alimentos que se van a consumir crudos y los que deben cocinarse, por eso, a la hora de preparar los alimentos, hay que ir lavando muy bien todos los utensilios de cocina, como así también consumir los lácteos que estén bien conservados en frío y que sean seguros.