Después de una carrera profesional abrazada con toda vocación llegó el momento de la despedida y de la nostalgia también por tantos años compartidos.
Marita Marsch, la gran Profesora de música, creadora de un estilo de enseñar la combinación de los sonidos, ingresaba por última vez, en su carácter de docente, al legendario edificio de la calle Lavalle, de donde tantas veces han resonado los tradicionales sonidos desde el piano o algún teclado.
Matilde Bolpe dejó también un sello distintivo en la difícil tarea de pararse frente al aula para iniciar la rutina diaria de formar generaciones de alumnos que han pasado por el Colegio Estrada.
Marita, emocionada pero firme como siempre, recibió el reconocimiento a toda una labor, que en su caso ha tenido de alguna manera el premio del aplauso ante cada concierto, en un acto público, en la presentación de sus coros, donde siempre fue notable el amor y la pasión con que abrazó la carrera.
Matilde ha sido maestra cálida, con autoridad y preocupada siempre por actualizar conocimientos pedagógicos, quien además ha encontrado el acompañamiento de compañeras que no quisieron faltar a la despedida.
Con la misma emoción las dos docentes compartieron la santa misa en acción de gracias en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, para después recibir todo el afecto en un calido acto que organizó la comunidad educativa del Colegio José Manuel Estrada, cuyas autoridades y cuerpo docente fueron activos participes de esta merecida despedida.
Hubo palabras gratas, presentes recordatorios e innumerables abrazos que coronaron este encuentro donde también los familiares de las dos docentes compartieron la emoción del momento.
Fue un acto protagonizado desde el corazón, donde hablaron en representación del Arzobispado la Señora Mirta de Alberdi, la Directora de primaria e inicial del Colegio, Pilar Santarelli, la Docente Marcela Dukardt y Claudia Robato integrante del cuerpo directivo del establecimiento.
Todos los mensajes estuvieron plenos de afecto, gratos recuerdos, definiciones a la perfección sobre las personalidades de Matilde y de Marita, la histórica maestra de música del Estrada y del Parroquial San José, donde las emociones y las lágrimas, fluyeron naturalmente.
Cada una de las dos homenajeadas, se encargaron en el final del acto de marcar con toda precisión, el significado de la carrera profesional, la importancia de los compañeros de trabajo y de las familias de cada una de ellas, que estuvieron presentes reviviendo cada uno de los tantos pasajes que conformaron el paso de Matilde y Marita por la escuela, toda una vida y el fruto de la cosecha, fue nítidamente advertido en la calidez del acto cumplido en el hall central del Estrada.