Nos referimos a Catalina Recuna, una niña con Síndrome de Down, que cuando nació lo hizo con muchas de las patologías asociadas a esta enfermedad y quienes hemos seguido de cerca todo el proceso que “Cata” debió afrontar no pudimos estar ausentes de este momento esperado por toda la familia.
Su estado de salud motivó el rezo de mucha gente de la ciudad, cercana o no a la familia.
Y cada prueba que fue superando junto a sus padres, Fernanda Graff y Carlos Recuna, dio lugar a que se difundieran las buenas noticias de su recuperación por La Nueva Radio Suárez.
Según cuenta su madre “el año 2009 fue extraordinario para Cata, por lo que espero para este 2010 que sea como el anterior. Aprendió a hablar –no podía hacerlo porque tenía una traqueotomía, debido a una problemática muy seria de esófago que motivaron varias intervenciones quirúrgicas de la menor- y también a tragar”.
El acto de deglutir, que en la mayoría de las personas es un ejercicio automático, para Catalina implicó un aprendizaje que le llevó muchos años para hacerlo en forma conciente y así evitar que los sólidos y los líquidos le fueran por la tráquea hacia el pulmón.
“Cuando nuestra hija aprendió a tragar para nosotros fue una alegría muy grande, para toda la familia. Hace dos meses y una semana que Catalina no tiene que tomar antibióticos, ya que no tiene infecciones en sus pulmones. Comprobamos con esto que está deglutiendo como corresponde. Cada aprendizaje, cada paso, le ha costado mucho. Pero aquí es una nena feliz y nosotros lo somos también. Catalina es, junto a nuestro hijo Juan, las mejoras cosas que nos han podido pasar y estamos muy felices de tenerlos a ambos”.
Y ayer Catalina vivió su primer día de clase en la escuela primaria.
Para las 13:30 horas estaba vestida de pollera gris, corbata azul, camisa blanca. Y en la mochila 5 cuadernos: “No tengo idea que va a hacer mi hija, manejando cinco cuadernos a la vez”, dijo su madre, “y no me interesa si le lleva muchos años aprender a leer y escribir, pero nos pone muy felices que esté en la escuela común, compartiendo con otros chicos esta experiencia. Y solo pedimos a sus docentes mucha paciencia. El resto corre por cuenta de Catalina, que sabemos que se va a hacer querer”.