Los trabajadores municipales de Coronel Suárez decidieron aceptar ayer el compás de espera de cuatro días que les propuso el Ejecutivo para reanudar las negociaciones por el aumento salarial del 10% que deberían haber percibido en enero, de forma tal que al menos hasta el martes 9 se mantendrán en sus puestos de trabajo y continuarán desarrollando sus actividades con normalidad.
De cualquier forma, durante la asamblea en la que se tomó esta decisión --que culminó a las 19.50 de ayer-- los agentes comunales aprobaron la moción de declarar al sector en estado de alerta y asamblea permanente.
"Los empleados están muy enojados, pero una vez más demostraron que apuestan al diálogo y al consenso, y decidieron darle al intendente (Ricardo Moccero) una oportunidad más para que cumpla lo prometido", indicó anoche Rubén Allende, secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales.
"Los trabajadores decidieron que, en base a la respuesta que recibamos el martes, volverán a reunirse para discutir las acciones a seguir. Pero, por ahora, todo sigue igual, más allá de que estamos en alerta", dijo.
La asamblea de ayer tuvo lugar luego de que se venciera el plazo que tenía el Ejecutivo para cumplir con el pago del 10% de aumento comprometido para enero de este año.
Ese aumento había sido pautado en 2009, tras una huelga de 80 días. El convenio establecía que se otorgarían tres subas del 10%: las dos primeras, sin ningún tipo de restricción, en octubre y noviembre de 2009; la última, en tanto, se aplicaría en enero de 2010, y estaría supeditada al incremento de la coparticipación provincial.
Sin embargo, este mes los trabajadores no cobraron el incremento. Encima, a fines de diciembre venció el plazo de pago de una suma fija de 120 pesos que había establecido el Ejecutivo, por lo que los trabajadores terminaron cobrando, este mes, menos de lo que percibieron en noviembre de 2009.

Ausencia
La mesura que reinó en la asamblea de ayer contrastó con el enojo que habían sentido los trabajadores, por la mañana, luego de que se frustrara la audiencia que iba a tener lugar, entre el Ejecutivo y el gremio, en la sede local del ministerio de Trabajo.
"El secretario de Gobierno, Ernesto Palenzona, no se presentó a la audiencia bajo el argumento de que el intendente (Ricardo Moccero) no estaba en la ciudad. Se limitó a enviar una nota en la que dijo que no hubo tiempo de preparar ninguna propuesta, porque la convocatoria a la audiencia se envió 48 horas antes de la misma. Se olvidó de que hace al menos 15 días que venimos insistiendo con el tema", señaló ayer Allende.
En esa misiva enviada a la sede de Trabajo, Palenzona solicitó al gremio la posibilidad de trasladar la audiencia al próximo martes 9, y planteó la necesidad de evitar toda acción que ponga en riesgo el buen diálogo que hay entre las partes en la actualidad.
"La verdad, esperábamos que alguien asistiera al ministerio de Trabajo, sobre todo porque el Ejecutivo había faltado a la paritaria mensual que habíamos acordado. En definitiva, todo se está dilatando tanto que la gente está cada vez más molesta. La mano viene mal, muy mal...", sostuvo Allende.

Inflación
El dirigente gremial Rubén Allende dijo que la canasta familiar sigue en aumento, mientras --aseguró-- hay empleados comunales efectivos que cobran 1.500 pesos y contratados que perciben poco más de 900. "Con esos salarios nadie puede vivir --recalcó--. De hecho, la inflación del año pasado ya se 'comió' el aumento del 30% que se otorgó a los trabajadores, cuando aún nos resta percibir un tercio de esa suba".
Fuente: www.lanueva.com (La Nueva Provincia)