Cuando uno da por finalizada alguna actividad, conformando en definitiva una tarea hermosa y tan llena de cariño y amistad, se produce una gran brecha de nostalgia, pero según nos expresa Adela Crossatto hay que agradecer después de tantos años, de tantas amigas que pasaron por el Taller, encerrando los hermosos recuerdos que siguen latentes.
Manualidades, reciclado, pintura decorativa y todo lo que quisieran hacer, cada una se encargaba de su propia creación y, además de trabajar, todo se transformaba en una gran diversión.
Adela con nostalgia nos cuenta que fue una época muy linda, con mucha paz, pero todo tiene un descanso y este llegó, con pena, pero llegó.
Seguro que extrañará tantas horas felices, pero es una decisión tomada, el Refugio de Mamama cierra sus puertas, pero guardando hermosos recuerdos de todos los momentos vividos entre sus paredes, llenas de colores y dibujos.
“No me resultó difícil comenzar con el taller, porque al iniciarme fue todo como un juego de algo que no sabia me iba a atrapar de esta manera” nos expresa la Señora de Crossatto al visitar La Nueva Radio y comentar que “siempre me gustó pintar y hacer pequeñas artesanías cuando era muy chica, luego la vida siguió, llego un marido, tres hijas, fue una vida intensa y hermosa, por lo cual, ya encaminada, empecé a sentir la necesidad de expresar todas las inquietudes que estaban dentro mío”.
En la despedida tuvo recuerdos para Maria Elida Alberdi, quien le enseñó a hacer los primeros stencil para estampar prendas; para Mirta Alberdi, que por aquel entonces era una inolvidable Directora en la Escuela Nº 9, le pidió que diera algunas clases para los chicos y después siguió con el Club de Madres y allí comenzó a gestarse su propio taller.
Nos contó además que Cristina Pisano era la maestra de grado de los más chiquititos que trabajaban en artesanías, le pidió que le enseñara particular y ese fue el comienzo del Refugio de Mamama.
Tuvo varias impulsoras, Isabel Arlt, gran amiga, la convenció para que las clases se dicten en la histórica casona de Mitre y Lavalle, donde vivía con su esposo, el recordado Pedro Lázaro Crossatto y familia.
Todos se preguntaban, en estos mas de 20 años ¿por qué el Refugio de Mamama?, es algo íntimo y muy tierno. Yo me pasaba el día en mi pequeño taller y cuando entraba su primera nieta y sus medias palabras confundía mama y algo más, y así nació Mamama.
Adela fue con Cristina Elorriaga varios años a su taller y siempre abrazó esta actividad con pasión y la curiosidad por seguir aprendiendo.
Con garra y coraje se encontró con profesionales nacionales e internacionales, trajo el mejor material de Buenos Aires, participó de talleres y se transformó en una apasionada de los libros de arte, pintura y artesanías.
Resguarda también a Zulma Tenti “Secretaria Honoraria y gran amiga”.
Esto, de alguna manera, es una parte de una larga historia de vida y de amistad, por lo cual Adela nos dice “agradezco a mis amigas, a mi familia, al Señor por haber permitido que disfrutara tanto de los dones que el me dio”.
El Refugio de Mamama cierra sus puertas, está disponible, a la venta, para toda la comunidad interesada, gran cantidad de material para realizar pinturas, artesanías, revistas y maravillosa bibliografía de arte, pintura, historia del arte, todo en perfectas condiciones.
Invitamos a los interesados a concurrir al domicilio de Adela Alberdi de Crossatto en Sarmiento 307 o comunicarse al teléfono 422493.