El Gobierno Nacional decidió posponer el relevo de los Cascos Azules del contingente argentino Haití XI que está actualmente desplegado en Haití. Se llegó a esta posición porque la conducción política de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) está paralizada tras la muerte de sus autoridades y la destrucción del cuartel general. Por Dario Rosatti
El Jefe del Estado Mayor Conjunto (EMC), brigadier general Jorge Chevalier, máximo responsable operativo, aconsejó a la ministra Nilda Garré postergar los relevos que se efectúan cada seis meses. Predominó la opinión de no complicar la delicada situación interna de la Minustah, con movimientos de personal que agregarían carga burocrática a una estructura que aún no se repuso de las pérdidas de su staff y del edificio de comando. “Desplazar hombres y equipos contribuiría a congestionar innecesariamente el aeropuerto de Puerto Príncipe, hoy dedicado a la única prioridad: recibir aeronaves con ayuda humanitaria y facilitar la evacuación de heridos ”, agregó una fuente del Comando Operacional del EMC. El vacío de liderazgo alcanza también al estado haitiano, el presidente René Preval carece de gabinete, fue diezmado en el terremoto, también se desplomó la sede del gobierno. Crisis humanitaria, inseguridad ( escaparon más de 600 presos del penal y en su huída robaron armas) presión social creciente ante la falta de respuesta inmediata a las demandas de ayuda, es un cóctel peligroso.
El Batallón Conjunto Argentino (BCA) Haití XII (436 efectivos) tenía previsto reemplazar a sus camaradas a partir del 26 de enero, este nuevo contingente está integrado en su mayoría por cuadros entrerrianos de la Segunda Brigada Blindada del Ejército, también infantes de marina y aviadores. El grueso de los Cascos Azules criollos (550 hombres) está en la ciudad de Gonaives distante unos 80 kilómetros de Puerto Príncipe, la capital haitiana epicentro del sismo. Allí no hubo víctimas ni daños en el equipamiento militar.
El mecanismo de rotación se hace en viajes escalonados (grupos de 100 efectivos) con el propósito de aclimatar a los novatos y no resentir el funcionamiento de la misión. Informes del embajador José María Vásquez Ocampo a cargo de la devastada representación de Argentina en Puerto Príncipe y del jefe del contingente Haití XI, capitán de navío Rubén Galliusi, coinciden en que la misión (la estructura de gestión política ) de las Naciones Unidas está paralizada por la destrucción del cuartel general y de las oficinas donde se tramitan todo tipo de documentos, desde la identificación de los soldados hasta los planes de patrulla y vigilancia que ejecutan los más de 6.700 efectivos de 17 países que componen los Cascos Azules. El propio Jefe político de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah), el tunecino Heidi Annabi, su segundo, el brasileño Luiz Carlos da Costa, y el comisionado de policía de la ONU, el canadiense Doug Coates perdieron la vida en el derrumbe del edificio que servía de cuartel general.
El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon envió a Haití al ex jefe de la Minustah, Edmond Mullet (predecesor de Annabi), quien intenta asumir el control de la misión. Reorganizar el mando político internacional, oficinas, comunicaciones, enlaces de internet, centralizar las operaciones de rescate y brindar un marco seguro para las tareas de asistencia humanitaria internacional es la prioridad del designado Mulet.
Dos aviones Hércules C-130 de la Fuerza Aérea se despacharon el jueves y viernes pasado con insumos para el hospital móvil de la fuerza ubicado en el aeropuerto de la capital haitiana. Llevaron también una sección de 10 médicos pertenecientes al contingente Haití XII para reforzar el equipo sanitario que dirige el comodoro Daniel De Simone. Hoy en el ministerio de Defensa se analizará la conveniencia de fletar el buque de transporte ARA San Blas, si bien es más lento que las aeronaves compensa la demora con el volumen de carga que puede llevar en un solo viaje. Hay preocupación en la subsecretaría de Logística a cargo de Gustavo Sibilla (interrumpió sus vacaciones y se incorpora hoy) por el esfuerzo extra al que son sometidos los C-130 con los viajes humanitarios, esas mismas aeronaves se emplean para cumplir con el abastecimiento y relevos de científicos en las bases antárticas. Desvestir un santo para vestir otro puede resultar en el fracaso de la campaña antártica 2009-2010 en curso.
No todas son pálidas, los uniformados criollos respiraron con alivio al conocerse el despliegue del portaaviones nuclear estadounidense USS “Carl Vinson” , del buque hospital USNS Comfort (pertenecientes a la Cuarta Flota, cuya reactivación fue criticada por algunos miembros de Unasur, entre ellos la Argentina ) más cinco buques de apoyo y 3.500 soldados estadounidenses. La Fuerza Aérea de los Estados Unidos se hizo cargo del aeropuerto de Haití y con sus equipos efectúa el control de tráfico aéreo para mantenerlo operativo las 24 horas. Fuentes de los Cascos Azules hicieron saber su descontento con el permanente desfile de altas autoridades de los distintos gobiernos presentes en la misión. “Distraen a los efectivos de su rol prioritario que es : asistir a los haitianos, dar seguridad a las operaciones logísticas y mantener el control y el orden interno del país hasta que se reorganicen las instituciones”.
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