“Más que de hablar sobre como lograr que las mujeres se vean más lindas, como profesional médico me interesa que todos tomen conciencia que deben concurrir a quien está adecuadamente preparado para atenderlas. En el caso de cuestiones estéticas, deben hacer consulta con un profesional dermatólogo o con un cirujano plástico. Como esto es algo redituable y casi mágico, entonces hay muchos médicos que hacen cursos de 3, 6 meses o un año y se ponen a trabajar en cuestiones estéticas. Si no se conoce la piel, si no se sabe manejar un implante, si no se sabe que es un implante, cuando es directo, indirecto, permanente, transitorio, etc., se terminan haciendo desastres. Lo barato no existe en esta materia, si lo es, mejor desconfiar. Con el caso de la modelo argentina que murió la cirugía se la hizo una médica ginecóloga y usó un producto trucho, porque el Metacrilato se usa para tapar arrugas y viene en dosis pequeñísimas para esto. Es impensado que se haya usado en una parte, como los glúteos, donde además no hay un continente que asegure que el producto queda en el lugar que se coloca y terminó difundiéndose por todo el cuerpo. En definitiva, se usó un producto que no era tal y, aunque hubiera sido, no se aplica en grandes zonas. El hecho que seamos médicos no nos habilita para que hagamos medicina estética, tenemos que estar muy bien formados; es una especialidad. Quienes hacemos la formación permanente para esto son los cirujanos plásticos o los dermatólogos”.
Insistió en que “hay que ser muy serios, muy criteriosos, hay que saber aconsejar. Así como no se puede salir corriendo si antes no se aprendió a caminar, en lo que tiene que ver con los cuidados estéticos hay todo un camino para hacer antes de pasar a la cirugía. Por eso es importante la consulta al profesional que corresponde”.