Y esto lo logró con esfuerzo propio, ayuda económica reunida entre particulares allegados.
Este proceso, desde que el libro estuvo casi terminado hasta la edición, duró poco más de dos años. Pero no fue en vano, ya que permitió que de las casi 90 recetas originales surgieran otras nuevas y se llegaran a 150 recetas de diferentes comidas, que forma parte de lo más tradicional de la cocina alemana.
Y ya hay vendidos buena parte de los 750 ejemplares que conformaron la primera edición.
Con dos semanas en las librerías locales, y los contactos que tiene el escritor a través de la web, se está produciendo una venta muy rápida.
En su oficina de Pueblo Santa María, que es el reducto donde muchas veces surgen sus escritos y se gestan nuevos proyectos, no para de contar la alegría que le representa que le lleguen solicitudes de compra de este libro desde diferentes lugares de la Argentina, donde hay descendientes de alemanes que quieren recuperar las comidas que les hacían sus abuelas.
Y manifiesta que “a diferencia de lo que sucede con otros libros, me gustaría que este estuviera desarmado, manchado de salsa, producto de haber recuperado y practicado estas recetas en la cocina para las nuevas generaciones”.