El Ingeniero Claudio Holzman explicó que ya está comprometido el 50 % de los trigos sembrados y queda todavía alguna expectativa positiva por los que se sembraron más tarde, o el trigo candeal por ejemplo, que de recibir alguna lluvia importante en fecha próxima podría salvarse o tener un mejor rinde.
Y, como si esto fuera poco, también es sombrío el panorama para los granos gruesos, porque si bien depende de la técnicas para la siembra, cultivo antecesor, zona geográfica, etc; los trabajos de suelo que se hacen en forma temprana y reciben cultivos que se siembran en octubre, como por ej. el maíz y el girasol, presentan en general buenos nacimientos; en cambio la soja que se implanta más tarde, en potreros con menor preparación, menor profundidad y calidad de tierra, con verdeo como antecesor, etc, se encuentran en general a la espera de una lluvia para poder ser sembrados dado la escasa humedad.
“Hay que tratar de ser optimistas, pero la realidad es que el panorama es muy complicado para el año próximo, porque hay que pensar en sostener la empresa agropecuaria, cuando venimos de cosechas magras en años anteriores y la situación de sequía es tan profunda frente a las dos próximas cosechas”, manifestó el profesional consultado, que pertenece a la firma Bertolami Cereales.