Es por ello que tuvo lugar, en la Delegación local del Colegio de Farmacéuticos, un encuentro con la prensa local, donde se abordó la problemática sanitaria derivada del Dengue.
Estuvieron presentes las farmacéuticas Silvina Duarte, Verónica Fassi y Verónica Menna, quienes hablaron sobre todo en torno a la aplicación de repelentes y su uso correcto, para que tengan efectividad.
Explicaron que no hay vacuna contra el Dengue, por lo cual las herramientas son la prevención, por ello es muy importante tener los patios limpios de cacharros o cualquier elemento pequeño o grande que pueda juntar agua en su interior, que no se mueva por unos días, sitio propicio para la cría de larvas.
Sobre el uso de repelente explicaron que hay de origen químico y de origen natural y en ambos casos deben estar aprobados por el Anmat, que es el organismo oficial de control que tenemos en nuestro país.
Explicaron que los niños menores de dos años y las mujeres embarazadas deben utilizar los productos de origen natural y, en el caso de los niños, siempre el adulto debe poner el producto en sus manos y a partir de allí aplicarlo a la piel de los pequeños.
Por otra parte, cuando se aplica protector solar, debe colocarse el repelente después del protector y el mismo debe renovarse en un período no superior a las tres horas, ya que no hay ningún producto que supere este tiempo de efectividad.
Las profesionales farmacéuticas insistieron en la importancia de prestar atención a todas estas recomendaciones, para evitar la presencia de la enfermedad.
Y entregaron folletos que están a disposición en todas las farmacias de la ciudad, donde entre otras cuestiones se indica que el mosquito que transmite el Dengue se cría en baldes, barriles, tambores, frascos, floreros, ollas, neumáticos viejos, botellas, latas, cisternas, portamaletas y en determinadas plantas carnosas.
No se cría en lagunas y lagos naturales o artificiales, ni en charcos producidos por la lluvia en la tierra, ni en ríos, arroyos y zanjas domiciliarias. Las piletas de natación producen muy pocos mosquitos.
De manera que la forma de evitar la transmisión de la enfermedad es eliminando el mosquito y sus criaderos, por lo que hay que impedir toda clase de picaduras, así el hombre se protegerá también de otras enfermedades.