El testigo, dijo que participaba de estafas junto a Fernández, y aseguró que una noche hicieron un asado, donde estaban Fernández y Aguilar con sus esposas e hijos, que allí Aguilar le refirió a Fernández que “menos mal que estos giles no nos mandaron en cana”, en supuesta relación a los condenados por pedir el Corsa de las víctimas.
También afirmó que Aguilar dijo que había abusado de la joven en dos oportunidades y que el chico se refirió a su madre antes de ser ejecutado, en relación a los últimos minutos de vida de Maria Victoria y Horacio.
Respecto del arma utilizada, dijo que estaba enterrada dentro de una bolsa en un campito de San Blas, ya que él había estado allí junto a los dos imputados, y que intentaron utilizar ese arma para otro hecho, pero que Aguilar dijo que estaban "bardeando" porque era el arma que había utilizado en el homicidio de los chicos.
A su turno, la pareja del testigo, corroboró sus dichos subrayando las mismas frases, que habían sido escuchadas por ambos en el asado que se desarrolló esa noche.
La mujer dijo también que Aguilar y Fernández estaban drogados y alcholizados, que ella podía dar cuenta de esa situación, ya que los había observado inhalando cocaína y tomando cerveza.
Las declaraciones de la testigo de identidad reservada originaron que Mirta Chiaradía, madre de la víctima, insultara a los imputados y se retirara consternada de la sala de audiencias.
Fuente: www.labrujulanet.com.ar (La Brújula Net)