“Los profesionales de la especialidad estamos en una cruzada para evitar el embarazo temprano, no deseado, no programado y que cambia fundamentalmente la vida de la gente joven. Pero no tenemos total éxito, porque sigue habiendo muchos casos de mujeres jóvenes, de 15, 16, 17 y aún menores que quedan embarazadas” explicó la profesional.
Agregó sobre la problemática que “la estadística, no solamente en nuestro país sino también en el mundo, demuestra que quien se embaraza joven generalmente no termina el estudio secundario, no puede ubicarse después en buenos trabajos, ese hijo muchas veces es criado por la madre solamente porque el padre –que es joven también- está ausente; y lo que es peor, ese pequeño después en su etapa adolescente tenderá a repetir la historia de su madre”.
“Por eso es importante que los jóvenes estén informados sobre la importancia que implica iniciarse en las relaciones sexuales –la estadística indica que el inicio se está dando hacia los 13 años de edad- y que estén informados sobre métodos anticonceptivos. Porque muchas veces utilizan lo que ellos creen un método para no tener un embarazo y esto no es tal, o toman pastillas que les indica el grupo de pares y esto debe estar asesorado por el médico. Es importante que nos involucremos no solo los ginecólogos, sino también los pediatras, y por supuesto es muy importante el rol que cumple la familia”.