Allí trabaja en la industria siderúrgica, y como segunda actividad es productor y locutor de dos programas de radio que se dedican a la música y al entretenimiento.
Agobiado por la crisis imperante en su país, y en Europa toda, tuvo agradables conceptos para la Argentina: “En Italia es muy difícil vivir, la gente joven no puede pensar en tener una familia, porque hoy en día contar con una vivienda de 50 metros cuadrados implica pagar 200.000 euros, que con un sueldo resulta casi imposible. Se han perdido muchas fuentes de trabajo. Hay muchos que perdieron su trabajo seguro, y tienen a cambio trabajo precario. Las industrias cierran sus puertas, porque les bajaron las ventas más del 50 %, y se toman unos meses para ver que pasa.
Durante ese período a su personal le pagan una especie de subsidio, pero la gente no sabe si esa situación va a durar un mes, dos o más tiempo. Estos tres primeros meses del nuevo año sabemos que van a ser terribles. Yo particularmente, puede pensarse que tengo una pequeña fortuna, comparado con el peso argentino, pero la verdad es que allí cuesta mucho el diario vivir”.
Y con el entusiasmo de quien ha descubierto un país donde la crisis europea parece no hacer sombra (no tiene en cuenta el italiano visitante que si en algo tenemos práctica es en campear crisis), manifiesta con énfasis: “Estoy pensando seriamente en venirme a vivir a Argentina, porque en este momento el sistema de país y el de toda Europa no me dan ninguna garantía”.