Realizó un curso en La Plata, de platería criolla, y después trabajó y se perfeccionó en una joyería de Bahía Blanca, sobre todo en lo que se refiere a platería fina.
Diversidad de piedras enriquecen las creaciones, pero sobre todo las mujeres prefieren el nácar ya que su color blanco se adapta a todos los atuendos.
Colgantes, anillos, pulseras, se multiplican en una diversidad de diseños que atraen las miradas, y hacen quedar muy bien a quienes optan por este tipo de presentes en fechas especiales.
Transcurridos más de dos años de dedicación a esta labor artesanal, Fernando Pérez Dill, manifiesta estar muy feliz por el resultado de la labor elegida.
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