Se inició en el mes de mayo de este año que termina, y arrojó resultados altamente positivos para ambas partes, ya que se produjo un intercambio enriquecedor que favoreció por sobre todas las cosas a los niños de la escuela especial que salieron del ámbito común, habitual y conocido de las aulas de la institución educativa y se sumergieron en el mundo de los libros.
En el día de ayer, en la jornada de cierre, se ofreció una obra de títeres y luego un refrigerio compartido.
Consultadas las docentes Gladys Hall y Carolina Etcheverry, de la Escuelas Especial, y la bibliotecaria Graciela Jacobo, manifestaron que las intenciones es el año que viene, continuar con este tipo de actividades integradoras.