Como lo hago habitualmente, el sábado me dispuse a leer el único medio gráfico que tiene la ciudad y cuando llegué a las páginas 10 y 11 recibí un baldazo de agua helada.
Se publicó en esas páginas la saga ‘Ernesto, el mosquetero’, en donde desde hace más de un año se ataca sistemáticamente a todos aquellos que osamos criticar al Gobierno municipal y castiga en forma artera sin respeto por la persona.
Al final de la primera de las páginas, bajo el subtítulo ‘Para el próximo festival de boxeo’, se produce el siguiente diálogo:
“* Dónde casi hubo ‘piñas’ después del tema del Consejo Escolar fue entre Griselda Rodríguez y Alicia Boviez.
* Pero si son de distinta categoría.
* Y si, Griselda es docente y Alicia productora agropecuaria.
* No. No lo decía por eso. Es porque Griselda no debe llegar a la categoría ‘livianos juniors’ y Alicia debe andar por la categoría ‘pesados’.
* Dejate de joder Lauty, que el lunes la tenemos acá y nos ‘raja a puteadas’. Contame qué pasó.
* Bueno, parece que la discusión empezó por la pertenencia (política) de María Cejas.
* Uhhhh. Contame qué pasó.
* Parece que Griselda le espetó a Alicia que la ‘Consejera’ Cejas había entrado por UNOS… que se hiciera cargo.
* ¿Y…?
* Dicen que Alicia ‘sacó pecho’ y la increpó diciéndoles que ‘era una traidora’, que ellos la habían aceptado en Cambiemos y que ahora se hicieran cargo ellos.
* ¿Fue una discusión civilizada?
* Y… más o menos, la discusión fue ‘a los gritos pelados’. Gritos que hacían temblar los muebles del Consejo Escolar.
* Huyyy, Esto va a traer cola, ya las veo a las dos calzándose los guantes en el próximo festival de boxeo.
* Y… sí ¿y quién estará en el rincón de Griselda?
* Yo calculo que Pedro Rodríguez.
* ¿Y en el de Alicia Boviez?
* Luciano ‘la tierra es cuadrada’ Rebolini. ¡De cajón! * Jajaja".
Fue difícil aceptar semejante falta de respeto, me siento denigrada y discriminada… por varios motivos.
En primer lugar, en su diálogo, señor Eduardo Minich, deja traslucir que ser docente es mucho más importante que ser productora agropecuaria, que por ser una mujer de campo soy “bruta” y no creo que sea así, al menos cuando estuvimos codo a codo peleando por los derechos de los productores usted no pensaba lo mismo. En esta oportunidad fui su enemiga y descargó toda su vehemencia discriminatoria hacia mi persona.
En segundo lugar, como bien lo dice usted, en lo único que se asesoró bien, no fui yo quien comenzó el incidente sino una docente, las vueltas de la vida… Parece que el respeto por el otro ha sido una materia que los docentes de ‘Cambiemos’ no han aprobado. Claro que no me quedé callada, dije mis verdades, pero nunca se me hubiera ocurrido llegar a la violencia física. Por lo que usted escribió parece que sí sería la intención de Griselda Rodríguez. Yo no lo creo, sólo transcribo lo que interpreto de sus dichos en la saga.
En tercer lugar, la obesidad es una enfermedad. No es bueno que denigren y discriminen a una mujer por ser gorda o peso ‘pesado’, como usted mismo escribió. En verdad, durante mucho tiempo sufrí la discriminación por mi exceso de peso, que como le digo es una enfermedad… ¿Lo sabía?
Por si lo llegaba a ignorar, lo voy a desasnar:
Leyes sobre discriminación por obesidad.
En Argentina la ley número 26.396, más conocida como la ley de obesidad, que establece que la obesidad es una enfermedad y un problema de salud pública, sujeta a políticas de gobierno. De este modo libera a la persona obesa de ser culpable de estar enferma.
Además contempla programas tendientes a combatir la discriminación de quienes padecen obesidad, ya que por ejemplo las marcas de indumentaria excluyen a las personas de talles grandes, siendo difícil para ellos conseguir ropa, y en la mayoría de los casos teniendo que consumir prendas en tiendas especiales, donde muchas veces son más caras y tienen menos diseño.
Los proveedores de bienes o servicios con destino al público en general no pueden negarse al requerimiento de una persona obesa a proporcionar el bien o servicio solicitado, en las condiciones que establece el Poder Ejecutivo. Tal negativa será considerada acto discriminatorio en los términos de la ley Nº 23592.
Final.
Señor Eduardo Minich, me sentí discriminada en el texto, me angustió y no me sentí yo… nunca ‘puteo’ a nadie, no sería capaz de agredir físicamente a nadie, mis manos se hicieron para trabajar no para golpear y mi lengua para defender mis derechos y principios, no para injuriar, calumniar ni discriminar a nadie.
Por otra parte, yo soy la compañera de vida, la esposa, de José Boviez, mi nombre es Alicia Ferster y no le pertenezco a nadie. ¿Así se maneja usted en la vida? ¿Cree que la mujer es la posesión de un hombre? Si es así me parece que usted debe ser de aquellos que creyeron, por suerte en el pasado, que la raza aria era la privilegiada.
Por último, quisiera decirle que espero su retractación pública, le exijo que se disculpe… que acepte que su apasionamiento político lo llevó a cometer semejante error. Además le exijo que se disculpe en persona, no lo voy a ‘putear’, no se preocupe, soy una mujer educada y civilizada, sólo quiero decirle todas mis verdades en persona.
Finalmente, dejo abierto el recurso judicial de concurrir ante el INADI para iniciar una denuncia por discriminación, ya que me he sentido afectada en mi más íntimo sentir como mujer.
Alicia Ferster de Boviez. DNI 14.340.350.
Mujer argentina, educada y productora agropecuaria.