“La preparación a esta Navidad la vivimos con esperanza, con la misma que la vivieron aquellos que esperaban al Mesías en su tiempo”, dijo el Pastor de la Iglesia Nueva Apostólica, con centros religiosos en San Martín y Belgrano y también en el Barrio de Villa Belgrano, refiriéndose a cómo se preparan para este tiempo de Navidad.
Dijo que “este tiempo va movilizando los sentimientos hacia el cumplimiento de esa promesa que hizo Dios, cuando el hombre cayó en el pecado, de poder reconciliar al ser humano. Cuando hablamos de la Navidad hablamos de la presencia de Dios hecho hombre, de ese inmenso amor por alcanzar salvación, de ese querer reconciliarse con su creación, que había perdido ese contacto, a través del pecado. Lo que estableció el Señor, con su nacimiento, dejó un evangelio, una enseñanza, una forma de vida. Que se basa en un mandamiento central: ‘Amarás a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo’, algo no tan fácil. Ese es el verdadero sentir cristiano, el poder encontrar en nuestro prójimo alguien con las mismas carencias y necesidades que tenemos cada uno. Y culminó con su sacrificio, aquello que no podíamos lograr ninguno, que es pagar un pecado, borrar un pecado, de ese sacrificio se hizo cargo. Porque el Señor murió por cada uno de nosotros y por nuestros errores”.
“A esta Navidad la vivimos como la manifestación hermosa del amor de Dios para con los hombres”, dijo Mario Girardi, agregando que “como ese acercarse, ese tender la mano, dar una oportunidad. La misma oportunidad que nos da siempre dio, cuando mira sobre nosotros. Nos reconoce pecadores, nos sabe pecadores, pero su intención es que todos alcancemos la salvación. Y este hecho llena nuestro corazón de alegría”.
Enfatizó que siempre hay tiempo y oportunidad de ir hacia Dios: “siempre está dispuesto a recibirnos. Siempre espera. La mano de Dios está tendida siempre, esperando a todo aquel que arrepentido se acerque. Es tan grande ese amor, casi hasta inentendible. Porque nosotros basamos nuestras vidas a través de los juicios y de las medidas que tenemos como seres humanos, las actitudes, los procederes. Encuadramos quiénes sí y quiénes no. Dios tiene otro tipo de miradas. La mirada de Dios es amor inmerecido. Por eso es gracia. Es perdón constante y búsqueda de relación con aquello que Él desea que vivamos, una eternidad en gloria junto a Él”.
La comunidad religiosa de la Iglesia Nueva Apostólica se reúne este domingo 25 a las 10:30 horas para la celebración de la Navidad.