“En estos tiempos se habla mucho del espíritu de la Navidad, como si fuera algo totalmente ajeno a la vida, como algo liviano. Es mucho más que eso. Claro que en esto tiene muchísimo que ver la fe. Tanto para nuestros hermanos mayores, el pueblo judío que aún sigue esperando la llegada del Mesías, como los cristianos que realmente creemos y celebramos que la Navidad es la llegada de ese misterio de Dios, que se hace carne, que se hace uno de nosotros. Para salvarnos y para darnos una nueva posibilidad de vivir una vida renovada, nueva, hacer nuevas todas las cosas, volverlas a su forma original, con la frescura con la cual han sido creadas, que también desde la fe, por medio del pecado, vemos que han sido dañadas, han sido heridas”, dijo el Padre Diego Kessler, Párroco de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen.
En el mismo sentido consideró que “el Señor no solamente viene a recuperar el estado de amistad en el cual habíamos sido creados, nos da mucho más: la posibilidad de ser hijos. Este misterio, el de la Navidad o Natividad de Jesús, uno tiene que abrazarlo y mucho más todavía, tenemos que dejarnos abrazar por él”.
Nuestro Párroco, en el dialogo con el Equipo Periodístico de La Nueva Radio Suárez, agregó que “tenemos que abrir un espacio en nuestra vida y dejarnos querer por Dios”.
Profundizando en este concepto explicó que “es distinto que uno de un abrazo a que uno reciba un abrazo. Cuando uno recibe un abrazo se siente hasta desarmado, porque es el otro el que se lo brinda. Ahí descubre la dimensión de la propia vida. Ese es el misterio de la Navidad. Un Dios que viene, que nos abraza, nos saca de nuestra nada y nos hace todo. Viene a devolverle el sentido a todas y cada una de las cosas que realizamos. En la vorágine diaria por ahí nos vaciamos de sentido, de contenido de las cosas. Uno llega cansado y vacío de las cosas. El Señor viene a recuperar todo eso, nuestra humanidad, la de cada uno. Viene a hacernos más personas, para que yo pueda vivir con mayor intensidad los minutos de cada día, con una conciencia nueva, distinta. Ese es el gran misterio de la Navidad”.