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El Misionero Daniel Salvucci visitó nuestra ciudad.

Participó de la Hora Santa con Adoración al Santísimo y dejó profundas reflexiones.
“La Navidad es el cumpleaños de Jesús, que nació en un chiquero, de animales, con olor a animales. Un Jesús que nos vino a demostrar que estamos exagerando con el sistema de consumo, con la compra, con las cuotas y la histeria que eso genera en las vidas”.

El viernes pasado, y en tránsito entre la ciudad de Tandil y Guaminí, en su tarea misional, volvió nuevamente a Coronel Suárez el Misionero Daniel Salvucci, que estuvo hacia el mes de septiembre conduciendo las reflexiones en Horas Santas que se llevaron a cabo en la Parroquia Nuestra Señora del Carmen.
En la jornada se volvió a repetir lo que la vez anterior: mucha gente participando de la Hora Santa, con Adoración al Santísimo.
“Vuelvo por pedido del Padre Diego, que sabía que andaba por la zona y entonces me invitó, para volver a estar con la gente de Coronel Suárez”.
La misa, como cada tarde, se ofició a las 20 horas, luego un casamiento y a las 21 horas la celebración de la Hora Santa.
“Esta Hora Santa trata de rezar algo para Jesús, escucharnos un poco todos, mirarlo a Él como hacía Teresa de Calcuta. Santa Teresa de Calcuta decía que si ella no miraba todos los días a Jesús, expuesto en el Santísimo, no hubiera podido trabajar con los leprosos y con los pobrecitos que tiraban moribundos en los basurales. Eso hacía Santa Teresa. Si no hubiera mirado cada día de su vida, unos momentos al Santísimo, no hubiera podido hacer lo que hizo por la humanidad. Para su velorio fueron 3 millones de hindúes. Eso habla de lo que puede hacer Dios en una mujer”.
El Misionero Daniel Salvucci dijo que Dios tiene amor para todos: “yo también tuve mis cruces: la pérdida de un hijo, el alcoholismo de mi padre, mi hermano con Sida. Y gracias a Dios y a ese Jesús al que invito a ver y a conocer es que pude recuperar la alegría, la confianza, la esperanza, la sonrisa, que vamos perdiendo cuando están alojadas dentro de nosotros esas angustias existenciales, esos dolores por algo que nos pasó alguna vez y que permanecen como tumores dentro de nosotros”.
Agregó que “yo me convertí en un calabozo, haciendo algunas pavadas de adolescente, pero ahí estaba. Un cura entró a un calabozo y yo me dije ‘este me va a pegar un reto bárbaro’. Y el cura me dijo ‘Dios te ama’. Ese es el único atributo de Dios, el amor. Si te dijeron que Dios te castiga es mentira. Si te dijeron que Dios te está mirando como juez también. Dios te ama y para vos tiene nada más que eso. Hay gente que no se cree digna de ser amada por Jesús, por muchas cosas que suceden. Pero Dios nos ama mucho más en esas circunstancias, en las del pecado”.
Al finalizar la entrevista el Misionero Daniel Salvucci dejó un mensaje para esta próxima Navidad: “que no coman mantecol con lechón, que no coman turrones. Son mentiras del sistema de consumo. Esa no es la Navidad. La Navidad es el cumpleaños de Jesús que nació en un chiquero, de animales, con olor a animales. Un Jesús que nos vino a demostrar que estamos exagerando con el sistema de consumo, con la compra, con las cuotas y la histeria que eso genera en las vidas. No hace falta tanto en las mesas, no hace falta comer como decía Landrisina, todo junto. Y la Navidad termina teniendo como resultado ataques de hígado, pelea entre parientes o borracheras. Eso no es el fruto de la Navidad. La Navidad es un Dios que se hace hombre para demostrar que hay una capacidad de amor enorme en nosotros, de perdón, de reconciliación. Y ese es el camino. Ojalá la gente venga a la Iglesia en montones. Porque la Navidad es el cumpleaños de Jesús. Invitamos a la gente que tenga menos gastos esos días y miren más a Dios. Esa sería la respuesta”.

 
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